El italiano Leonardo Piepoli, el ultraligero del Saunier Duval, conquistó la cima de Cerler en la primera etapa pirenaica de la Vuelta, que cruzó junto al ruso Denis Menchov, quien dio un golpe de autoridad al enfundarse el maillot oro y erigirse como indiscutible candidato número uno para repetir victoria en Madrid.

Segundo aviso de Menchov, y con pinta de definitivo. En la cima aragonesa fue protagonista entre los grandes, y aunque regaló la victoria a Piepoli, salió reforzado al aventajar en 16 segundos a Carlos Sastre, que fue cuarto, en más de un minuto a Cadel Evans y Samuel Sánchez, y en más de cinco minutos al anterior líder, el belga Devolder, estrella transitoria, como era previsible.

Hubo pacto de caballeros. Piepoli y Menchov hicieron juntos a 5 kilómetros de meta, compartieron el esfuerzo y poco a poco fueron destrozando el grupo de perseguidores. El italiano fue generoso en los relevos y Menchov, agradecido, ofreció el botín al corredor de Matxín para quedarse con la prenda dorada.

Por detrás llegaban a 17 segundos el sorprendente Ezequiel Mosquera (Karpin) y Carlos Sastre, el único de los elegidos que al menos salvó el barco sin hundirse. Samuel Sánchez, con Efinkin y Evans se dejaron 1.03, y ya quedaron descartados para sus más optimistas objetivos. Marchante pasó las de Caín, se metió en la escapada del día pero llegó destrozado a mas de 6 minutos.

REFORZADO Menchov salió reforzado. Sus rivales admiten que es el más poderoso. Rindió bien en la contrarreloj y un días después se exhibió en la montaña. "Es un potencial ganador del Tour", dijo Piepoli. En la general ya tiene a Efinkin a 2.01, a Evans a 2.27 y a Sastre, que ganó tres puestos, a 3.02. No son diferencias abismales, pero visto el rendimiento del ruso y los demás la pole para Madrid es suya.

Había heridas y cuentas pe dientes por el hundimiento en Zaragoza. Gómez Marchante, uno de los damnificados, se incrustó en una numerosa escapada de 12 corredores que se formó en el kilómetro 27. Una fuga controlada en todo momento y que nunca pasó de los 2.30 minutos.

El CSC tensó la cadena con Iñigo Cuesta y seleccionó el grupo. Todos aguantaron, menos el líder Devolder, que no dio la talla. Después de unos kilómetros llegó la jugada del jaque definitivo. Atacó Piepoli y Menchov fue el único que aguantó al escalador del Saunier, un auténtico gato que tenía en su palmarés el Alto de Aitana en la Vuelta de 2004.

La jornada reina de la Vuelta llega en la décima jornada con el recorrido más largo de la presente edición, 214 kilómetros, entre Benasque y Vallnord, en Andorra. Ofrece un perfil muy exigente con el Coll de Fadas (2), la Cruz de Perves (2), el Cantó (1) y el final en alto andorrano, techo de la Vuelta, a 2.200 metros.