El pasado domingo en el Lorenzo Cuevas de Marbella, el Mérida marcó dos goles, mandó un balón al palo, Poley estuvo cerca de materializar un libre directo y Antonio Pino se quedó dos veces delante del portero en sendos manos a manos. Sin duda, es un bagaje muy positivo en uno de los escenarios más complicados del grupo.

Sin embargo, el cuadro romano se volvió con las manos vacías al regalar tres goles, prácticamente en las tres acciones más peligrosas de los locales: un penalti absurdo a los cuatro minutos, una internada de Redru por la derecha de la defensa romana sin apenas oposición que le permitió llegar a la línea de fondo para asistir a Óscar García, y algo similar ocurrió con Mustafha en el tercer tanto: se retrasa para recibir completamente solo, hace una pared y entra como cuchillo en mantequilla por el centro de la defensa y para plantarse ante Curro Harillo. Tres acciones, únicos tres balones entre los tres palos, y tres goles. Con semejante sangría atrás se hace inútil la producción ofensiva.

En medio, un Mérida que fue capaz de levantarse del mazazo de verse por detrás tan pronto -otra vez desde el punto de penalti- y que cuando mejor estaba, vuelve a dejar una vía de escape, pero que fue capaz de darle emoción al choque cuando parecía que todo estaba perdido.

Al final del partido, el entrenador emeritense, Santi Amaro, reconocía que «hay que ser contundentes en las áreas, porque son las que marcan la diferencia. Tenemos que analizarlo, porque cuatro penaltis son demasiados. Hay que intentar evitar esos errores puntuales, pero todavía queda mucho. Nos ha costado muchísimo estar en Segunda B y no nos vamos a rendir en cuatro jornadas. Ahora hay que estar fuertes, yo el primero. Y lo estoy».

Lo que no quiso comentar el técnico al final del partido, seguramente para que no pareciera una excusa por la derrota, es que la mayoría de la expedición emeritense, excepto cinco personas, habían tenido vómitos y diarreas, antes y después del partido. El equipo pernoctó el sábado en Algeciras y puede achacarle a algo que tomaron durante la estancia.