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La tropa de Adolfo Muñoz tropezó ante un Calamonte que rayó mayúsculo en la muralla defensiva --mención justa y aparte de la narración para su arquero Miguel-- y que dejó con la miel en los labios a un líder que pierde rueda ante sus perseguidores.

Con el corazón en la boca y la sangre tatuada en las piernas, apareció el ogro Cacereño ante un Calamonte que se mostró granítico en su orden defensivo. Pucho alzó la voz en un falta lateral que casi agujereó la tela de araña de Camacho (min. 3) y sin respiro probó desde lejos, pero poco calentó las costuras de Miguel.

El duelo, selvático con el devenir del reloj de arena, deforestó la medular, donde unos y otros se jugaron ayer hasta las tibias. El center Pity llevaba la voz altiva en los de Juanpe Sánchez y obligó a la estirada felina de Camacho en una de las contadas opciones locales en la primera entrega. Era el turno de un Pucho que cada vez que olía bola provocaba la taquicardia. El torrente de ocasiones tenía tonalidad verde. Aarón desde 25 metros y una tijera de Kevin, daban algo de árnica a un tono sin excesivo fútbol. Más ruido que nueces y el marcador seguía gélido. Algunos a esta altura de la crónica estarán preguntándole a este narrador si los de rosa ayer chutaban a palos. Perico asomó desde lejos, pero su disparo se fue más cerca de las nubes que del objetivo final y poco más que contar. A vestuarios.

Tras el tiempo de consignas, los de Sánchez mordieron con más corazón que remate. Santi Polo lo intentaba desde lejos, pero su remate siguió el mismo destino y triste fin: al cuaderno de las estadísticas. Berna se fue por cuestiones físicas y entraba el mago Vilorta en acción, pero su varita no aportó soluciones. Volvió a sacudir el manzano Polo, pero del árbol de Miguel no se movió ni una mísera hoja. Minaya puso veneno en un remate inmediato pero el arquero rosa volaba. Al colegiado se le calentaron las manos y el recital de tarjetas y de protestas en su contra incendiaron la batalla. Entraba Andrés Mecherito por Perico. Ojo por ojo en punta de lanza y Pino lo hacía en la nave verde para dar auxilio y munición a Kevin. Guerra de guerrillas y todos al filo de la navaja. Vilorta desplegaba músculo desde casi la frontera divisoria, pero metía puños y entrañas Camacho antes de besar el verde Martins. Se iba el tiempo y nadie afinaba el violín. Todo eran chirridos y ruido y opciones evaporadas por las zagas y por un Miguel que salvó de males mayores a los suyos en una salida a despejar un envenenado centro de Carlos García (min. 84). Las correas bien atadas atrás y ambos intentaron en vano hallar una rendija, pero sin éxito. H

3Calamonte: Miguel López; Mario Hormigos, Ñoño, Pity, Saúl, Juanfe, Berna (Vilorta, min. 52), Enrique (Villegas, min. 85), Carrasco, Écija y Perico (Meche, min. 68).

3Cacereño: Camacho; Carlos García, Santi Polo (Edu Moya, min. 88), Mansilla, Asiel, Elías Molina (Pino, min. 75), Cristian Carracedo (Martins, min. 79), Pucho, Kevin, Aarón y Fran Minaya.

3Árbitro: aSánchez Sánchez. Muy protestado en su actuación. Por el Calamonte mostró amarillas a Carrasco, Saúl, Juanfe, Enrique y Vilorta. Por el Cacereño solamente a Elías Molina.

3Estadio: Municipal de Calamonte.

3 Espectadores: 1.000.