Con emoción, inteligencia y agonía, España logró ayer el pase a las semifinales de la ATP Cup (en las que espera la anfitriona, Australia) al derrotar a Bélgica en una larga eliminatoria resuelta en el supertie-break del partido de dobles. Roberto Bautista sumó el primer punto con rotundidad ante Kimmer Coppejans (6-1, 6-4), pero Nadal se vio sorprendido por David Goffin (6-4, 7-6) y tuvo que emplearse a fondo en el dobles junto a Pablo Carreño, donde no solo tiró de físico sino de astucia, al sumar un punto decisivo recurriendo al videoarbitraje para ganar por 6-7, 7-5 y 10-7.

Una de las novedades de este remozado torneo es la revisión en vídeo de jugadas polémicas. Nadal ya tiró de él contra el uruguayo Pablo Cuevas para demostrar que un juez cantó out antes de que él dejara pasar la bola, y ante la correosa pareja belga formada por Joran Vliegen y Sander Gille volvió a demostrar que está atento a todo.

Era un momento crucial del partido. Tras un igualado primer set que se decantó del lado belga en el tie-break, el segundo iba por los mismos derroteros hasta el 5-5. La pareja española se puso con 0-40 y Vliegen salvó la primera de las bolas de break con un smash en la red. Tan encima, que Nadal pidió la revisión. El vídeo confirmó lo que había intuido. La raqueta del jugador belga había sobrepasado la red. Break para España, consolidado con el siguiente servicio de Nadal y resuelto en la súper muerte súbita (un tie break a 10 puntos).

El día anterior, la selección de Australia obtuvo una dramática victoria ante Gran Bretaña (2-1), con un 18-16 en el desempate de partido de dobles. Nick Kyrgios abrió la confrontación en el Ken Rosewall Arena con un doble 6-2 ante el británico Cameron Norrie y Daniel Evans equlibró el choque al ganar a Alex de Minaur, por 7-6 (4), 4-6 y 7-6 (2) en un partido de tres horas y 24 minutos.