Su madre la llama Willy Fog por aquello de ser muy viajera, pero la anima a seguir exprimiendo al máximo su pasión por el fútbol. Su padre, que fue banderillero en su juventud, le dice que quizás ya va siendo hora de aparcar eso de darle patadas a un balón. Ella, Alicia Ali Muñoz (Albacete, 1989), delantera del Femenino Cáceres, se queda con la primera opción. Es su pasión y quiera disfrutarla mientras pueda.

Máxima goleadora del equipo cacereño de la Liga Reto Iberdrola con seis tantos, los mismos que Nerea, juega al fútbol desde que tiene uso de razón. Empezó cuando apenas había niñas para montar un equipo y ahora es ella misma, entre sus variadas ocupaciones, la que se encarga de transmitir sus conocimientos y los valores del deporte a las alevines y benjamines de club cacereño, al que llegó el pasado verano. También da clases de mantenimiento a dos grupos de mujeres mayores. Quiere ser maestra de Educación Física. Y claro, juega al fútbol, su verdadera pasión, lo que más feliz la hace. «Creo que nací ligada a ese sentimiento de dar patadas a un balón».

Con ocho años empezó a jugar en el CFF Albacete, «el otro equipo», dice, de la ciudad en la que nació. Compaginaba sevillanas y fútbol. Se decantó por lo segundo, pero el pasado sábado en Málaga, cuando marcó los dos goles de su equipo, los fusionó en una de las celebraciones.

Con 18 años se fue al Fundación Albacete, en el que estuvo ocho temporadas y que este año es rival en la Reto Iberdrola. En la primera vuelta, en Cáceres, le marcó un gol (3-3) y espera con ilusión el próximo partido, en el que tendrá a su familia en la grada y saltará al campo con su sobrina de siete meses en brazos, a la que vestirá con una camiseta del Femenino Cáceres, avisa.

Varios ascensos

Varios ascensosTambién ha estado en el Sporting de Huelva, en el Santa Teresa de Badajoz (en Primera) y en el Deportivo de la Coruña, la pasada temporada, antes de llegar en verano a Cáceres. «Si he de ser sincera, no sabía que Cáceres tenía equipo femenino», reconoce Ali, que cuenta que tras un año difícil en tierras gallegas lo que quería era volver a ser feliz jugando al fútbol. «Y aquí he podido encontrar eso».

En su historial cuenta con varios ascensos a la élite (el último la campaña pasada) y también «varias temporadas» en la máxima categoría. Es exigente y reconoce que los seis goles marcados hasta ahora son muy pocos para alguien que vive del gol. «Una delantera tiene que colar como mínimo 20. Me exigo mucho en eso. Cuando termina un partido y no hago gol, no estoy del todo contenta aunque el equipo haya ganado».

Ha vivido la evolución del fútbol y siente envidia sana de las chicas que están empezando ahora, que podrán disfrutar de un deporte que empieza a tener el reconocimiento que merece. Aunque aún hay camino que recorrer. «Hacen falta aún más ayudas, más visibilidad, que vaya más gente. Un chico que va a ver un partido de fútbol femenino repite», sentencia. Y, como habla claro, afirma que el 10-1 del Barça a la Real Sociedad en la final de la Supercopa es un resultado que «hace un poco de daño. Lo veo excesivo, pero es que es muy difícil competir contra equipos como Barcelona o Atlético, sus presupuestos son enormes». Sabe de lo que habla, ha jugado contra ellos.

Los goles, poco a poco

Los goles, poco a pocoEn el Femenino Cáceres está feliz, aunque el estilo de juego que plantea el técnico Ernesto Sánchez «no es el que más me favorece por mis características». Pero Ali se ha adaptado y «poco a poco van llegando los goles». Tras los dos de Málaga, quiere seguir sumando. Quizás no 20, pero sí doblar al menos los seis que tiene. No podrá ser este fin de semana, la competición para. Volverán a jugar el domingo 23 ante el Juan Grande en Pinilla.

Con el equipo ya salvado (no matemáticamente, aunque sí virtualmente), para Ali Muñoz ha llegado el momento de luchar por llegar lo más arriba posible. «No me conformo con quedar donde estamos, a mitad de la tabla. Hay equipo para pelear por los puestos de arriba, cuanto más arriba mejor. Hay que ganar todo lo que nos queda».

En ese todo lo que les queda, además del Juan Grande en la próxima jornada o el Fundación Albacete el 5 de abril (una fecha señalada para ella), quedan otros nueve partidos, entre ellos la visita al Santa, al que le tiene ganas. Solo es sana rivalidad de enfrentarse a algunas de sus excompañeras. «Ellas basan mucho su juego en Estefa, en mandarle balones a ella y con el guante que tiene en el pie, pa’dentro. Y también tienen a Belén, la otra delantera. Entre las dos están metiendo goles por un tubo. Nuestro juego es distinto», explica Ali.

Mientras llegan o no más goles, Ali Muñoz sigue disfrutando del fútbol en el Femenino Cáceres. «No hay nada que me haga más feliz y no sé cómo explicar ese sentimiento de felicidad». Pero sabe que esto no será para siempre. Su futuro está en la docencia. Ha aprobado las oposiciones en Castilla La Mancha y está en lista de espera, pendiente de que la llamen para una posible sustitución. También sabe que no será fácil, ni inmediato, pero que tarde o temprano tendrá que colgar las botas.