Fin del ciclo de partidos amistosos para el Cáceres Patrimonio de la Humanidad con una nueva derrota, esta vez frente al Melilla (65-80). El choque fue bastante similar al disputado el miércoles ante el Oporto, cuando a tres primeros cuartos bastante competitivos por parte del conjunto de Ñete Bohigas les sucedieron unos últimos diez minutos francamente flojos.

Por descontado no hay que dramatizar lo más mínimo. Es pretemporada, tanto para lo bueno como para lo malo, y las conclusiones que pueden sacarse a estas alturas son muy relativas.

Quedándose con lo positivo, el Cáceres parece haber acertado con la incorporación de Warren Ward, un anotador que permitirá descargar a Niko Rakocevic. El montenegrino anda tocado físicamente (ayer solo jugó 6:28), por lo que no está a gusto. Pero volverá, seguro. Tampoco parecen malos jugadores los otros recién llegados (Dani Martínez, Pol Olivier, Robertas Grabauskas y Olamide Keshinro), pero hay que verles más. Y sobre todo, cómo funcionan en conjunto.

Hay un problema claro que solucionar: el rebote. Otra vez el Cáceres fue pisoteado en ese aspecto tan importante: 30-48. O eso se mejora o los sueños de volver al playoff se esfumarán.

Un triple de Luis Parejo cerró el primer cuarto con 14-20. No fue un buen inicio de los locales, algo espesos y sin encontrar buenas posiciones. Podía atisbarse a esas alturas que iba a pasar lo mismo que 48 horas antes ante el Oporto: el Cáceres puede tener problemas cuando se lleva el partido a lo físico.

La entrada de Pol Olivier a la dirección de juego mejoró considerablemente la defensa de primera línea, lo que, con un poco más de acierto en el exterior, hizo que el marcador se apretase (19-22, min. 13).

Un pequeño tirón melillense, juntando en pista a dos tipos tan gigantescos como Mamadou Samb y Fran Guerra, dejó la situación al descanso más o menos donde estaba: 31-37. Las sensaciones eran contrapuestas, con los detalles individuales situándose por encima de lo colectivo.

LOS MEJORES MOMENTOS / Un par de aciertos consecutivos de Ward, que se va metiendo al público en el bolsillo, apretaron la situación al máximo (38-39, min. 22). El partido cogía la temperatura deseada por todos.

El Melilla volvió a tener un atisbo de escaparse (45-53, min. 28), pero la puntería de Sergio Pérez siempre está cuando se la necesita. Dos canastas suyas y un gran triple de Parejo sobre la bocina y desde ocho metros cerraron el tercer cuarto con empate (53-53).

Un parcial de 0-7 impulsó de nuevo al equipo de la ciudad autónoma, que en un abrir y cerrar de ojos puso tierra de por medio (55-69, min. 34). No hubo final apretado, algo que podía haberse intuido durante los primeros 30 minutos de partido.

Al fin y al cabo, tras cuatro semanas de trabajo, ahora ya solo importa lo que pase en Manresa y en los siguientes meses, ya con los resultados importando de verdad. Hay que pulir muchos detalles, pero también hay material para poder hacerlo.

cáceres65

melilla80

3Marcador por cuartos: 14-20, 31-37 (descanso), 53-53 y 65-80.

3Árbitros: Alberto García y Esperanza Mendoza. Sin eliminados.

3Pabellón: Ciudad Deportiva.

3Espectadores: 700.

3Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Guille Corrales (0), Luis Parejo (9), Warren Ward (19), Jakstas (8), Grabauskas (6) --cinco inicial-- Edu Recio (0), Pol Olivier (7), Niko Rakocevic (0), Dani Martínez (4), Sergio Pérez (10), Keshinro (2), Vieux Kasse (0).

3Melilla: Dani Rodríguez (9), Filip Djuran (15), Edu Durán (9), Mamadou Samb (5), Fran Guerra (15) --cinco inicial-- Diego Kapelan (13), Servera (7), Rubio (2), Lucas (3), Massine Fall (2).