CORDOBA B - 1: Sillero; Campabadal (Néstor, min. 76), Pedro Santos, Gonzalo, Antonio Lucena, Adri Cuevas, José Antonio González (Juan Guerra, min. 61), Sebas, Mauro, Dani Espejo, Miguelito (Mane, min. 46).

CACEREÑO - 1: Vargas; Iván Pérez, Mejías, Dani Pérez, Gonzalo (Carlos Valverde, min. 40), Checa, Alcalá (Toni, min. 56), José Ramón, Aarón, Pizarraya y Martins (Elías, min. 82).

GOLES: 1-0: min. 34, Antonio Lucena. 1-1: min. 65, Aarón.

ARBITRO: Ortiz Arias (madrileño). Amonestó a los locales Pedro Santos y José Antonio González; y a los visitantes Gonzalo, Medina y Valverde.

El Cacereño vuelve a sumar. Y lo hace por cuarta jornada consecutiva. Ayer arañó un punto al colista, el Córdoba B (1-1). Fue un duelo igualado, con un tiempo para cada contrincante. El primero fue para los cordobeses, que se adelantaron gracias a un gol del debutante Antonio Lucena. El segundo de los cacereños, que empataron con un tanto de Aarón.

Fueron los locales los que saltaron al campo con mucha más ambición que su rival, llevando así la iniciativa, aunque apenas fueron capaces de crear situaciones de peligro. La primera opción fue un remate de Miguelito, de cabeza, en una acción que ya estaba anulada por fuera de juego. Al cuarto de hora, Mauro intentó sorprender a Vargas desde la frontal del área, pero el balón no encontró los tres palos de la portería visitante.

Tras el ímpetu local de los primeros minutos, el Cacereño, poco a poco, empezó a zafarse del dominio cordobés. Y avisó en dos ocasiones. La mejor fue una acción de José Ramón, que envió el esférico a la misma cruceta de la portería de Sillero.

UN GOL EXTRAÑO La respuesta del filial no se hizo esperar y José Antonio González disparó a un palmo del larguero de Vargas tras una gran jugada personal en la que consiguió zafarse de Gonzalo. El Córdoba B reaccionó bien a la escaramuza extremeña y mantuvo el control del partido con temple y criterio, volcándose sobre la meta visitante, aunque el gol, el anhelado gol, llegó de la manera más inesperada. Una buena combinación de la que participaron González, Sebas y Dani Espejo acabó con un centro chut de Antonio Lucena que se coló en el fondo de las mallas.

El tanto dio aplomo al filial, que de nuevo se adelantaba en el marcador como en la jornada anterior en La Roda. Mientras, el Cacereño no se sentía cómodo. Tal fue así que Angel Marcos no esperó al descanso para hacer su primer cambio. Gonzalo, amonestado y sufriendo mucho en el lateral zurdo, dejó su sitio a Carlos Valverde, con lo que Pizarraya retrasó su posición en la banda. Fue lo último destacado de una primera parte más que aceptable de los locales, aunque acabó con un ritmo de juego más pausado en sus últimos minutos.

En la reanudación, para la que Romero retiró a Miguelito para introducir a Mane, el Cacereño dio un paso adelante. No le quedaba otra. Y avisó al primer minuto con un tiro de Aarón desde la frontal que no encontró puerta por muy poco. Luego, tras una falta en buena posición que Adri Cuevas estrelló contra la barrera, Martins le birló un balón a Gonzalo, pero falló en el control y la pelota se le marchó. El Córdoba B no quería encerrarse y al paso por el 53 Dani Espejo probó fortuna con un lanzamiento arriba.

POLEMICA Más clara era la jugada posterior, en la que el zurdo cordobesista se quedaba solo ante el portero Vargas y le pitaron un fuera de juego inexistente. Un error que pudo ser clave porque, apenas un minuto después, y tras la entrada de Toni por Alcala, Aarón remató de cabeza al palo tras una falta lateral de Carlos Valverde. Susto importante de un equipo que se acercaba al empate. Así lo veía Romero, que quiso meter más dinamita arriba con la entrada de Juan Guerra por José Antonio González.

Pero no evitó la tendencia del partido. Apenas unos minutos después, en una pelota que había enviado Sillero a córner con un paradón, Aarón remató solo en el primer palo para establecer la igualada. Jarro de agua fría para el filial, que empezó a sufrir para mantener el empate. El meta cordobesista, Sillero, tuvo que meter una manopla en un intento similar al gol de los locales de Pizarraya.

Romero quería meter a Alfonso Martín como mediocentro por Mauro, pero con el ex del Xerez preparado en la banda Campabadal pidió el cambio por lesión. Néstor tuvo que prepararse de urgencia y entrar en el partido. Sin que hubiera una relación causa-efecto, lo cierto es que desde ese momento el duelo mejoró de color para los locales, que recuperaron el mando y volvieron a merodear los dominios de Vargas.

Sin embargo, al Córdoba le faltó precisión para generar ocasiones de peligro en el tramo final, más allá de centros laterales y alguna acción de estrategia bien defendida por el equipo cacereño. La última la tuvo Juan Guerra, en una contra tres para dos con Sebas y Mane en la que el sevillano se entretuvo y no pudo disparar.