El Cacereño y el Villanovense están condenados a sufrir esta temporada. El Mérida, a tener un final plácido e incluso mirar a otras cotas diferentes a las de la supervivencia en Segunda B.

Los resultados del domingo y su correspondiente lectura invitan a extraer esa conclusión. El Cacereño volvió a perder en casa (ante el Guijuelo, 0-1) y tiene más lejos los puestos de salvación, en los que está instalado desde hace un par de fines de semana por mor de una mortífera racha que se alarga ya durante las últimas diez jornadas.

Nada le sale al grupo de Angel Marcos, ni tampoco a él mismo. Ni la suerte, ni los remates, ni los arbitrajes y tampoco el propio equipo. El Guijuelo, sin apenas crear peligro durante todo el partido, se aprovechó de un fatídico fallo del meta Vargas para marcar en el minuto 3 y cimentar su victoria. Después, fuegos de artificio de los extremeños y casi la misma historia de las últimas cinco derrotas en casa: dominio y superioridad ante el rival, pero falta de concreción ante la meta contraria, penalties no pitados y goles que parecen entrar que no cuentan.

El CPC está ahora decimoséptimo, con 25 puntos, a dos de la promoción, del Astorga ahora, y a tres del Sporting B, que marca la salvación. Estará difícil, pero no imposible, pero para ello tiene que cambiar la dinámica perdedora actual.

Mientras tanto, el Mérida exhibe, hoy por hoy, la mejor cara entre los extremeños. Venció por 2-1 al potente Granada B en un duelo en el que partía con la desventaja de las numerosas ausencias, especialmente en el centro del campo. El equipo de Antonio Gómez, con sus 35 puntos, es décimo, ocho por encima del Recreativo de Huelva, que es al que se debe mirar ahora. No está hecho, pero el objetivo está más cerca.

El caso del Villanovense es, como el del Cacereño, complicado, aunque no tanto, desde luego. Está ahora fuera de los puestos de descenso, con 28 puntos, pero muy cerca del abismo, que ahora oicupan San Roque (27, promoción), Linares (27), Melilla (25), Betis B (21) y Almería B (20).

No dio la talla ayer el cuadro de Julio Cobos al ceder ante un rival directo, el Linense (2-0), que se pone con 31 puntos. Sin embargo, los serones están completando una buena segunda vuelta, en la que además transmiten buenas sensaciones.