Mérida: Segura, Diego (Muiño, min. 46), Alberto, Pepín, Víctor Marco, Israel, Juan Carlos, Segovia, Pablo Niño (Comini, min. 57), Carreño y Rodrigo.

Baza: Félix Campo, Galera, Nandi, Benjamín, Vojvoda, Carlos Ruiz, Rubio (Javi Pérez, min. 90), Platero, Luque, Alvaro del Moral (Neptalí, min. 76) y Pinto (Ricardo Mora, min. 85).

Goles: 0-1: min. 25, Carlos Ruiz. 0-2: min. 60, Alvaro del Moral. 0-3: min. 70, Alvaro del Moral.

Arbitro: Corral García. Gallego. Bien. Amonestó a los visitantes Carlos Ruiz y Luque, y a los locales Pepín, Diego y al entrenador Jaime Molina.

Incidencias: Estadio Municipal Romano. 1.500 espectadores.

Tras varias jornadas mejorando en su juego, el Mérida mostró su peor cara de lo que se lleva de campeonato, recibiendo, además, la mayor goleada hasta la fecha, en un partido en el que si el Baza llega a estar algo más fino en ataque, se podría haber acabado con resultado escandaloso.

Con el único cambio de Rodrigo por Juan Jesús en ataque, debido a la lesión de éste, el conjunto de Jaime Molina fue una auténtica caricatura de sí mismo siete días después de perder por 1-0 en Cartagonova.

De todo el encuentro, lo más rescatable son los primeros veinticinco minutos, donde hubo mayor igualdad en el juego, e incluso el Mérida tuvo la mejor ocasión para adelantarse en un disparo desde la frontal de Segovia (algo que intentó varias veces más a lo largo del partido) al que respondió con una palomita Félix Campo mandando a córner. Ese mismo saque de esquina lo remataría solo Alberto en el segundo palo, pero no acertó.

Eran indudablemente los mejores minutos del Mérida, hasta que en el 25 se adelanta los bastetanos. La jugada llegaría en un córner muy pasado que un jugador rojiblanco volvía a centrar rasa dentro del área pequeña. El balón se pasea de lado a lado y Carlos Ruiz mete el pie adelantando a los suyos.

HUNDIMIENTO A partir del gol se vio un equipo ordenado y con las ideas muy claras cuando tenía el balón, el conjunto de Oscar Cano, y otro nervioso atrás que jugaba a ramalazo merced a la calidad individual de alguno de sus futbolistas pero sin una sensación real de peligro.

Con este panorama, el Mérida dio gracias de irse al descanso con un único gol encajado, porque las llegadas visitantes eran constantes y peligrosas, destacando un balón al larguero de Luque. "El que tanto perdona lo acaba pagando" era el pensamiento general de la parroquia emeritense para intentar agarrarse a algún clavo ardiendo, pero nada más lejos de la realidad.

En la reanudación ya no salió Diego, sustituido por Muiño para intentar enderezar el desaguisado defensivo, pero lo que ocurrió es que en el primer minuto un mal control de Alberto terminó en un mano a mano de Alvaro del Moral que desvió Segura a córner.

Este fue el botón de muestra de lo que ocurriría en lo que restaba de choque: el Mérida corriendo riesgos y el Baza a esperar su gran oportunidad. Lo cierto es que tuvo varias y aprovechó dos, una en el minuto 60, en un contraataque llevado a la perfección por parte del Baza que culminó Alvaro del Moral perfectamente ante la salida de Segura y diez minutos después el propio del Moral, también en contaataque, entra desde el flanco izquierdo del área emeritense, queda sentado a Segura y pone el 0-3 definitivo a puerta vacía. Un gol que incluso fue aplaudido por la afición emeritense indignada por la imagen del Mérida.

Lo único salvable del conjunto romano fue la actuación del portero Segura, que encajó tres pero salvó a su equipo de encajar alguno más, y las ganas de Carreño, que quiso echarse el equipo a la espalda tanto en defensa como en ataque, cerca de conseguir el premio del gol, pero se vio rodeado de un equipo que no le acompañaba en absoluto.