CROACIA - 2: Subasic; Darijo Srna, Corluka, Jedvaj, Vrsaljko; Marko Rog (Kovacic, m.82), Badelj; Perisic (Kramaric, m.93), Rakitic, Pjaca (Cop, m.90); y Nikola Kalinic.

ESPAÑA - 1: De Gea; Juanfran, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Cesc (Thiago, m.84), Iniesta; Silva, Nolito (Bruno, m.60) y Morata (Aduriz, m.66).

GOLES: 0-1, m.7: Morata. 1-1, m.45: Kalinic. 2-1, m.87: Perisic.

ARBITRO: Björn Kuipers (Holanda). Amonestó a Rog (29) y Perisic (88) por Croacia.

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la tercera jornada del Grupo D.

La selección española especuló con la clasificación a octavos de final, acabó tirando por tierra la brillantez y fue batida a tres minutos del final por una Croacia sin su líder, Luka Modric, que se impuso por 2-1 y se hizo con el primer puesto del grupo D. España dejó escapar el liderato y la opción de buscar la defensa del título por el lado bueno del cuadro. Ahora tendrá que medirse a Italia en octavos de final.

El fútbol dio una lección a la selección española. El reencuentro con la derrota en una fase final de la Eurocopa ocho años después -no perdía desde Portugal 2004-, no pudo dejar un sabor más amargo. Midió esfuerzos con el liderato en la mano tras adelantarse en el marcador, perdonó y acabó siendo castiga con dureza, encajando un tanto al contragolpe a tres de minutos del final, cuando le valía el empate, y con un error de David De Gea que no tapó su palo.

Cuando España se pone firme te desfigura. Sabía que los excesos de confianza se pagan caros e instalada en un nuevo escenario, sin abrumar con la posesión, asistió a dos llegadas que dejaban intuir peligro para Croacia, antes de desatar su pegada. Era el minuto 7 cuando Silva rompía cualquier esquema del partido. Sacó de la chistera uno de esos pases al espacio que pocos futbolistas son capaces de ver. El desmarque era de Cesc, que picó el balón a la salida de Subasic y a placer, Morata, remachaba a la red en boca de gol.

España no debía caer en la indolencia. Sergio Ramos y De Gea jugaron con fuego. Cometieron errores que cuestan caros en una gran cita. El exceso de confianza del central lo chutó Kalinic y el portero español sacó los puños a córner para segundos después complicarse con el balón en los pies, acabar haciendo un mal despeje y dejando el balón a Rakitic. Su toque picado lo repelió el larguero, el poste y Piqué.

Pudo asestar un golpe definitivo la selección española pero perdonó. Silva se cansó de asistir y probó a Subasic, que rechazó como pudo el disparo potente. Nolito estrelló un peligroso remate en la defensa y el balón se marchó cerca de la portería.

Asomaba el descanso cuando llegó el castigo al bajón tras media hora de brillantez. La bicicleta y el recorte de Perisic a Juanfran, acababa con un centro que remataba de espuela Kalinic, adelantándose a Ramos. El primer tanto en el torneo a España cerraba un récord histórico, 734 minutos sin encajar gol.

SEGUNDA PARTE El duelo recobró la tensión en el segundo acto. España había jugado con el condicionante de valerle el empate y cuando miró a la cara a la derrota, entró en su único momento de duda en el torneo. Juanfran comenzó chutando desviado un ataque. Era un espejismo, tocaba apretar los dientes en labores defensivas, demasiado largo en el campo y dejando a Croacia la opción de correr.

Dio rápidos resultados. La posesión pasó a ser española y las acometidas veloces croatas. Kalinic desesperó pidiendo penalti tras un recorte a dos españoles, pero el holandés Kuipers no vio la falta que nueve minutos después sí hizo en área croata. El toque de clase de Iniesta a la espalda de la defensa se encontró con un toque de Aduriz a Vrsaljko que derribó sin querer a Silva. Silva y Cesc querían asumir la responsabilidad, pero Ramos tiró de galones. Su lanzamiento, potente y centrado, lo adivinó el arquero croata adelantado tres metros de la línea de gol.

Cuando parecía que no cedería más opciones, España cometió un error infantil. Fue sorprendido al contraataque a tres minutos del pitido final. Ramos había tenido otro testarazo libre de marca perdonado y Piqué no llegaba al lanzarse en carrera ante la potencia de Perisic. Su disparo, raso, por el palo de De Gea besó la red. Mazazo.