ESPAÑA - 2: Iker Casillas; Juanfran, Piqué, Sergio Ramos, Alberto Moreno; Sergio Busquets, Xavi (Koke, m.68), Iniesta (Isco, m.84); Jesús Navas, Pedro (Juan Mata, m.57) y Alvaro Negredo.

GEORGIA - 0: Loria; Lobjanidze, Khubutia, Kvirkvelia, Kashia, Khidesheli; Dzaria, Kobakhidze, Elguja Grigalashvili (Khmaladze, m.78), Shota Grigalashvili (Ebralidze, m.72); y Gelashvili (Modebadze, m.89).

GOLES: 1-0, m.26: Negredo. 2-0, m.63: Mata.

ARBITRO: Florian Meyer (ALE). Amonestó a Khubutia (54) por Georgia.

La selección española tendrá la oportunidad de seguir haciendo historia el próximo verano en Brasil. La Roja tumbó a Georgia en Albacete por 2-0 y completó una clasificación esperada. No podía faltar la campeona en una cita donde tendrá un reto que se resiste desde hace más de medio siglo: revalidar el título. Desde que el Brasil de Pelé se coronó en 1958 y 1962, ninguna selección ha podido repetir la proeza. Lograrlo en Maracaná sería el colofón ideal para un equipo que ha triunfado en sus tres últimas grandes citas: la Eurocopa del 2008 de Austria y Suiza, el Mundial de 2010 de Sudáfrica y la Eurocopa del 2012 de Polonia y Ucrania.

Viena, Johannesburgo y Kiev acogieron los tres últimos éxitos de una selección que solo se ha atascado en las Copas de las Confederaciones. La base de los triunfos se mantiene y el estilo es intocable. Mantenerse en la cima será el tremendo desafío del combinado que dirige Vicente del Bosque.

EL PARTIDO La selección española certificó su pase al Mundial de Brasil, con un triunfo plácido, superior a una débil Georgia que acusó sus numerosas bajas, el día que Albacete rindió homenajeó a su ídolo, Andrés Iniesta, y la Roja recuperó su identidad para volver a ilusionar con goles de Negredo y Mata. España necesitaba una buena imagen. Recuperar su verdadera identidad y volver a ilusionar a una afición mal acostumbrada a la excelencia, que ha visto cómo la Roja aparcaba la brillantez en su camino a Brasil. Buena parte de culpa por la falta de ambición de los rivales, que inferiores en calidad técnica se encierran y renuncian a todo con tal de optar a dejar a cero el marcador.

Pero también hubo una dosis de falta de ambición y conformismo. Síntomas que alertaron a Vicente del Bosque para acabar revolucionando su equipo titular en el Carlos Belmonte. Seis cambios y un problema sembrado en la portería que fue fácil de evitar. Los argumentos para sentar a Iker Casillas los olvidó el seleccionador en Albacete. Devolvió la titularidad al capitán y respondió como siempre hace: sacando una parada salvadora.

El protagonismo estaba reservado para otros. Del Bosque tenía claras las soluciones al 5-4-1 del rival. Laterales profundos con Juanfran y Alberto Moreno, descaro para encarar en el uno contra uno personificado en Jesús Navas, velocidad de juego, entrada por bandas y remate. Es decir, Negredo.

Pese a que la defensa de cinco suele dejar con pocas opciones al nueve, sobresalió del muro georgiano. Hizo trabajar a Loria, primero en un rechace a disparo de Pedro, posteriormente con una chilena fascinante desde la frontal del área que sacó con una buena estirada el portero georgiano, y al final encontró el premio del gol, tras combinación de Pedro e Iniesta, fusilando en carrera a la red.

PROTAGONISTA Era un día especial para Iniesta en el escenario donde nació su leyenda. Se gustó siendo referencia y solo le faltó el gol. Lo buscó sin éxito con dos remates algo desviados.

Del Bosque debe minutos a jugadores que aprecia. Como Juan Mata, que no vive un buen momento en el Chelsea y con la Roja tan sólo había aparecido 15 minutos en la fase de clasificación. Entró al campo con mucho hambre y tras seis minutos encontró el premio del gol. Tras varios rechaces, aprovechó un balón que dio en el cuerpo de Piqué para soltar con su zurda un disparo imparable a un portero tapado por su defensa.

Objetivo cumplido e imagen mejorada, pero España quiso más y lo buscó hasta el final. Navas y Negredo lo rozaron. Del Bosque repartió premios a Koke e Isco, que disputó sus primeros minutos oficiales.