REAL MADRID: Keylor Navas; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Kroos (Casemiro, m.70), Modric (Jesé, 63), Isco; James, Cristiano Ronaldo y Benzema (Lucas Vázquez, m.74).

ESPANYOL: Arla; Javi López, Alvaro, Enzo Roco, Rubén Duarte (Fuentes, m.46); Víctor Sánchez (Abraham, m.58), Salva Sevilla (Oscar Duarte, m.46), Diop, Hernán Pérez; Jordán y Mamadou Sylla.

GOLES: 1-0, m.7: Benzema. 2-0, m.12: Cristiano, de penalti. 3-0, m.16: James. 4-0, m.44: Cristian o. 5-0, m.82: Cristiano. 6-0, m.87: Alvaro Gónzalez, en propia puerta.

ARBITRO: Hernández Hernández (Canario).

El Real Madrid se levantó tras su traspié ante el Betis en un plácido encuentro frente a un Espanyol con las bajas de sus mejores hombres (6-0) al que Cristiano Ronaldo endosó un triplete para extender el idilio del equipo con el Santiago Bernabéu, que disfruta de goleadas en cada partido que acoge.

El equipo blanco estuvo instalado siempre en campo del rival, un Espanyol mermado que miró más el paso de los minutos en el marcador que la portería rival y que se marchó con la misma cara que los jugadores del Deportivo y el Sporting de Gijón. El Santiago Bernabéu, convertido en un fortín donde cada rival es goleado desde la llegada de Zidane.

Isco rozó un poste y Benzema marcó el primero con un certero cabezazo tras un preciso centro desde el costado derecho de James. El plan especial de trabajo de Zidane comienza a dar sus frutos y el colombiano va recuperando su verdadera imagen sobre el césped.

Ronaldo le hizo cinco al Espanyol para silenciar las críticas en la primera vuelta y ayer tenía una nueva cita con el gol. Comenzó marcando un penalti que le hizo Enzo Roco. Arla adivinó la dirección del disparo, pero no pudo llegar al balón.

Eran momentos de diversión para los madridistas, que se asociaban en cualquier rincón del campo y desnudaban a un rival que no tenía tiempo de iniciar jugadas ante una presión tan alta. James se sumaba a la fiesta con un lanzamiento desde la frontal que desviaba Pape Diop y el tercero subió al marcador.

En el olvido quedan imágenes de un Real Madrid partido, de poca colaboración defensiva de los jugadores de ataque. Paredes de tacón con la magia de Isco y búsqueda de más goles de un Benzema insaciable con Zidane en el banquillo. El Real Madrid guarda buenas costumbres del pasado y en cuanto tiene espacio para correr lo aprovecha a la perfección. Lo hizo Ronaldo para el 4-0 al borde del descanso.

En una de las pocas ocasiones en que adelantó líneas el Espanyol, fue castigado en la carrera contra todos del portugués, que, tras superar a dos rivales, chutó con violencia a la red.

SEGUNDA MITAD La segunda parte nacía con la duda de la intensidad que marcaría el Real Madrid a un partido sentenciado. No fue la misma. Rebajando ligeramente el nivel de brillantez, los madridistas buscaron ampliar la goleada. Isco, Benzema y Cristiano buscaron goles que llegaron en los últimos compases. Antes, Zidane mostró su mentalidad ofensiva en los cambios, juntando a Jesé con todo el arsenal y retrasando a Isco.

De Jesé nacieron los dos goles restantes. El quinto con un pase medido a Cristiano y el último, en una jugada en la que Duarte acabó introduciendo el balón en su propia puerta para cerrar un día para el olvido del Espanyol.

El Madrid recupera su mejor versión a la espera de los duelos de altura que ya se acercan.