VILLANOVENSE - 0: Fuentes, Trinidad, Tapia, Javi Sánchez, Cubi, Pajuelo, Cristian (Javi Ramos, min. 60), Vergara (Kiko, min. 68), Miguel Angel (Juanfran, min. 60), Anxo, Sansi.

CORIA - 0: Jiménez, Carlos, Rubén Alegre, Asiel, Liberal, Mahillo, Jetu (Pichi, min. 71), Juanqui (Chico, min. 93), Edu Santos (Jairo, min. 83), Chema, Alvaro.

ARBITRO: Brito Regadera. Amonestó a Pajuelo por parte del Villanovense, y a Juanqui, Liberal y Carlos (en doble ocasión por lo que fue expulsado) por parte del Coria. También expulsó a los delegados de los dos equipos y al entrenador Rincón Rus.

Villanovense y Coria empataron sin goles en un partido aburrido (0-0), con muy pocos alicientes. El árbitro encolerizó a ambos equipos en la segunda mitad y las ocasiones brillaron por su ausencia. El mejor jugador local fue Anxo y Edu Santos puso el criterio en el equipo celeste.

El Coria comenzó inconformista. Cuando solo habían pasado 20 segundos Rubén Alegre intentó sorprender a Fuentes aprovechando un error de la zaga serona. El disparo rozó el travesaño y el Villanovense activó la alerta.

Los verdiblancos se conjuraron para tomar la iniciativa, pero las buenas intenciones se quedaron en nada. Vergara desesperó con reiteradas pérdidas de pelota y el líder no arrancaba. Aunque el equipo cauriense tampoco ofreció una alternativa brillante a la indefinición local. Solo Edu Santos puso luz al juego de sus compañeros. En el ecuador de la primera mitad el mediocentro asistió bien a Carlos, que se hizo un lío dentro del área y desaprovechó un buen regalo.

Antes de que llegara la ocasión más clara del Villanovense, el asistente anuló un gol a los caurienses. La oportunidad volvió a nacer en las botas de Edu Santos, que centró un balón y Rubén Alegre lo cabeceó dentro de la portería en posición ilegal. Acto seguido, Miguel Angel protagonizó la jugada que sirvió de punto de inflexión para que se abrieran huecos en el campo. El delantero controló con el pecho un buen pase de Anxo y chutó haciendo pasar la pelota a unos centímetros de la meta de Jiménez. A partir de ahí los equipos se perdieron el respeto y empezó --sin excesos-- el juego de ataque.

El paso por los vestuarios provocó un giro radical en la imagen del Villanovense. Julio Cobos cambió de posición a Anxo, lo que dio más aire a su equipo. Precisamente el gallego mandó alto un balón franco en la frontal del área nada más empezar.

Cuando más parecía que el encuentro se iba a animar, comenzó el carrusel de tarjetas. Primero, Carlos se fue a la caseta al ver la segunda amarilla después de una falta por detrás cometida sobre Tapia. Javi Sánchez siguió el mismo camino --en esta ocasión por roja directa-- al agredir a un rival. En el nuevo escenario dominaron los serones.

Con el paso de los minutos el partido se puso tosco. El árbitro transmitió pasividad en la mayoría de sus decisiones y causó un estado de nerviosismo colectivo en ambos banquillos. Mientras, los serones no cejaron en su empeño de marcar, con fútbol muy directo, quizá precipitado. El clímax llegó en el 87, cuando Jiménez tocó el balón con la mano fuera del área, aunque el colegiado no vio ilegal la jugada.