SANTA CRUZ DE TENERIFE. El Tenerife, próximo rival del Badajoz, ha perdido la chispa que había adquirido desde la llegada de David Amaral al banquillo, y de nuevo sumido en la dinámica de los empates ha ralentizado la marcha que parecía le iba a conducir de forma meteórica a la zona de ascenso. El tercer empate consecutivo, y ya son 16 en la Liga, ante el Terrassa, mantiene a los blanquiazules a ocho puntos del tercer clasificado, el Levante, que también hizo tablas esta jornada, aunque el Zaragoza, cuarto, ya les aventaja en siete puntos, y el Ejido les ha arrebatado la quinta plaza. El bajón en el juego del Tenerife es evidente, a lo que se suma que en las últimas tres jornadas sólo ha sumado empates. EFE