Entre el rubio y el moreno, detrás del Ferrari de Kimi Raikkonen y presionado por Lewis Hamilton, Fernando Alonso atrapó a la primera un valioso segundo puesto en su sueño de alcanzar el tercer título. En Australia, el bicampeón comprobó que los rivales a batir son los coches de Maranello --ya lo sabía-- pero supo, de golpe, que su joven compañero podría haberle batido de no ser por una maniobra de muy mala suerte con los doblados. Albert Park capturó la primera foto del campeonato en la que Honda confirmó el inicio de un año horrible, los BMW demostraron que son rápidos pero frágiles, mientras que Renault ya echa de menos a su estrella: Fisichella anda por donde acostumbraba y el caótico fin de semana de Kovalainen --el otro rookie del día-- da más valor a la ubicación de Hamilton en el podio más joven de la historia.

Apartado de la lucha Felipe Massa --partió último por la sustitución de su motor--, la primera línea de la parrilla barruntaba un mano a mano entre Raikkonen y Alonso que nunca existió. El asturiano arrancó mal y fue superado por Heidfeld y Hamilton en la primera curva. En BMW optaron por emplear dos estrategias de neumáticos en sus pilotos. La FIA obliga este año a utilizar los dos tipos juegos suministrados por Bridgestone. Y mientras todos optaron por montar duro-duro-blando para las tres tandas, Nick Heidfeld salió con ruedas blandas.

El alemán aprovechó la mayor adherencia y dio alcance a Alonso en la arrancada. Se emparejó con el asturiano y le encerró por el interior hasta superarlo. Hamilton, muy hábil, se deshizo primero del BMW de Robert Kubica y aprovechó las dificultades de Alonso en el interior de la primera curva para superarle también. Kimi Raikkonen inició una carrera en solitario en la que marcó una y otra vez la vuelta rápida, mientras que por detrás los neumáticos blandos de Heidfeld le ralentizaban a partir del tercer giro y formaba una caravana con Hamilton, Alonso, Kubica y Giancarlo Fisichella.

No es Albert Park un circuito propicio para rebasar a otro coche. ¿Podría Alonso con Hamilton? A Ron Dennis no le tembló el pulso para decidir la suerte del duelo. Hamilton, con más gasolina en la salida, se detuvo dos vueltas después que Alonso en el primer repostaje, del que salió por delante del asturiano. Si el equipo hubiera mantenido la misma estrategia hubiera vuelto a detenerse después en la segunda parada --y podría haber vuelto a salir por delante-- pero le cargaron menos gasolina, y no para una vuelta menos, sino para dos. Esa ventaja hubiera bastado para que Alonso le comiera dos segundos al rodar con menos peso en esos dos giros de diferencia pero, además, "Lewis tuvo mala suerte antes del pit stop con los Toyota", reconoció el asturiano.

LUCHA ABIERTA Ralf Schumacher no se dejó doblar en las tres últimas curvas y, para colmo, Hamilton también se encontró con el Súper Aguri de Sato en la entrada a la calle de boxes. Ahí se decidió el orden del podio. Hamilton salió del segundo repostaje por detrás de Alonso, pero aseguró el tercer puesto gracias al abandono de Kubica y la estrategia equivocada de Heidfeld.

Liberado de la presión por detrás, Alonso también finalizó con comodidad el último tercio de carrera porque Raikkonen, 15 segundos por delante, era inalcanzable. Solo quedaba comprobar si Kovalainen podía acabar la carrera tras cuatro salidas de pista o si su compañero Fisichella aguantaría la quinta plaza ante Massa. El brasileño, con una estrategia a una parada, confirmó el poderío de los Ferrari. Se libró de accidentes como el de Adriano Sutil y Anthony Davidson en la salida o el espectacular vuelo del Red Bull de David Coulthard por encima del Williams de Alex Wurz, pero resultó de poco consuelo.