Deportivo: Molina; Manuel Pablo, Andrade, Juanma, Capdevila; De Guzmán (Rubén; m.66), Duscher, Scaloni (Sergio; m.46), Munitis; Valerón y Tristán (Taborda; m.59).

Villarreal: Vieira; Javi Venta, Gonzalo Rodríguez, Peña, Arruabarrena; Josico, Román, Senna, Sorín; José Mari (Tacchinardi; m.79) y Figueroa (Xisco por Figueroa; m.90).

Goles: 0-1; m.56, Riquelme. 0-2; min.78, Sorín.

Arbitro: Medina Cantalejo (Comité Andaluz). Mostró tarjeta amarilla a Andrade, De Guzmán, Munitis y Juanma por parte del Deportivo; y a Javi Venta y Vieira por parte del Villarreal.

Incidencias: Partido disputado en el estadio municipal de Riazor ante unos 15.000 espectadores.

El Villarreal dio un golpe de autoridad en el estadio de Riazor (0-2) para asomar la cabeza a las posiciones de Liga de Campeones gracias a los tantos de dos argentinos, Juan Román Riquelme y Juan Pablo Sorín, que hicieron justicia al juego ofensivo de los castellonenses en la segunda parte.

La pólvora de ambos equipos estuvo mojada en la primera mitad, pero el arsenal de los de Manuel Pellegrini se puso de manifiesto en el segundo tiempo, en el que el submarino amarillo no acusó el desgaste de su participación en la Liga de Campeones y pasó por encima del Deportivo.

Los de Pellegrini sacaron el libro para ajusticiar a los coruñeses a los once minutos. Riquelme fue el ejecutor de una falta excepcional.

Sorín sentenció la contienda aupando a los castellonenses a la Liga de Campeones. Fue el premio a un Villarreal que sigue en una gran línea.