Una delegación de la Federación Española de Fútbol visitó ayer las obras que se acometen en el Estadio Romano de Mérida para acoger el próximo 9 de septiembre el partido de clasificación para el Mundial 2010 España-Estonia, con las que podría ampliar su capacidad hasta los 18.000 espectadores --3.000 más que los que caben actualmente-- y para el que se prevé colgar el cartel de no hay billetes.

Las empresas Vaysaca y Jardinería de Extremadura iniciaron el pasado 19 de mayo las obras para acondicionar el estadio para ese partido clasificatorio para el Mundial de Fútbol de 2010.

LAS OBRAS Las actuaciones afectan principalmente al terreno de juego, que deberá estar dos meses antes del choque, aunque dependerá de si es plantado o tepex, según explicó a Efe el coordinador de partidos de la Federación Española, Miguel Angel López, que apuntó que, teniendo en cuenta el calor que hace en Extremadura, cuanto más tiempo esté arraigado el césped, mejor.

La dimensión final del terreno de juego será de 105 metros de largo y 70 de ancho, muy similares a las que tiene actualmente.

En la remodelación también se tiene en cuenta la gran necesidad de espacio para los medios de comunicación, ya que un partido de estas características mueve entre 60 y 70 fotógrafos, entre 130 y 150 profesionales de prensa, radio y televisiones sin derechos y cerca de 200 de los canales con derechos, según López.

Además, según informó a Efe el presidente de la Federación Territorial Extremeña de Fútbol, Juan de Dios Monterde, habrá que acondicionar el palco para albergar a unas 200 personas.

Monterde indicó que, si se acomete una pequeña actuación en las esquinas, se podría ampliar la capacidad del estadio hasta los 18.000 espectadores, la cifra con la que están trabajando.

Por las comunicaciones que están recibiendo, aseguró Monterde que a día de hoy estaría vendidas todas las entradas.

En este sentido, dijo el presidente de la Federación Extremeña de Fútbol que aspectos como cuándo se pondrán a la venta las entradas y su número exacto se conocerán a finales de julio o principios de agosto.

El presupuesto oscilará entre los 800.000 y 1.000.000 euros, según Monterde, que afirmó que estas obras son una primera fase de otras que habrá en el estadio por su condición de subsede olímpica de Madrid 2016.