El Salamanca se convirtió ayer en equipo de Segunda B tras encajar una dolorosa derrota en el Miniestadi ante el Barcelona B, que cedió terreno tras el 2-1 de Bedia en el minuto 63 pero respondió a lo grande en los últimos diez minutos de partido, donde no tuvo piedad de un rival anímicamente hundido.

La única esperanza del conjunto charro, con el 3-1 en el marcador, era un posible empate del Albacete ante el Nàstic, pero no pudo ser. Los 300 seguidores salmantinos acabaron el encuentro visiblemente ´tocados´, todo lo contrario que los culés, celebrando el 5-1, la ´Champions´ y despidiendo a su entrenador, Luis Enrique.

El empuje inicial del Salamanca era evidente, disfrutaba de la mayoría de ocasiones de gol. Masip tenía trabajo ante el juego aéreo y el fútbol directo del rival. Un remate de cabeza de Moratón, tras un córner, se fue pegado al palo izquierdo. Antes, Bedia también puso a prueba la velocidad en la marca de la defensa de Luis Enrique. Saúl, en el 29, dio un tímido aviso a Biel Ribas con un tiro lejano desde fuera del área. El Barça B tenía el balón, pero al llegar arriba se diluía.

CON URGENCIAS Las urgencias del Salamanca pesaban y mucho. Cada acción del conjunto salmantino suponía peligro, pero el estilo de toque de los culés no permitía relajaciones.

Sin arriesgar, con paciencia y orden. Así llegó el 1-0, en el minuto 37, de Benja. Pero aún quedaba lo peor para el Salamanca. Jonathan Soriano, máximo goleador de la categoría, marcó el segundo en el 56 tras enviar raso y colocado un medido pase de Saúl. El catalán tenía ganas de más y cinco minutos después volvía plantarse ante Biel Ribas, que esta vez solucionó el reto sin problemas. El 2-1 fue un espejismo, ya que los catalanes se mostraron muy superiores y sentenciaron a la contra.

Se salvan el Nastic, el Villarreal y el Córdoba, que venció por 2-0 al Las Palmas.