El culebrón Schuster tiene fecha de caducidad. El técnico alemán pagará el lunes al Getafe los 480.000 euros de su cláusula de rescisión, requisito indispensable para recalar en el banquillo del Madrid. Ese mismo día o el siguiente será presentado en el Bernabéu. El nuevo entrenador blanco lleva varias semanas trabajando para su club.

Una de sus últimas peticiones coincide con una de las promesas de Ramón Calderón: Cesc Fábregas, el jugador del Arsenal, de 20 años.

Schuster se ha pasado casi todas la vacaciones intentando convencer a Angel Torres, presidente del Getafe, para que le dejara libre sin tener que pagar su cláusula. La decisión de Ramón Calderón de no llamar a Torres trajo como consecuencia el pago de la cláusula, lo que llevará a cabo Schuster el lunes. El entrenador alemán ha tranquilizado a los dirigentes blancos, a los que ha asegurado que la próxima semana se desbloqueará el asunto. El Madrid le había dado un plazo de dos días.

La apuesta por Schuster responde, según Calderón, a la exigencia que tiene el Madrid de hacer fútbol más ofensivo. "Con Capello la gente no estaba satisfecha. Aquí se busca algo más y teníamos que que tratar de que el equipo hiciera un fútbol que le gustara a la gente".