TRINIDAD Y TOBAGO: Hislop, Gray, Lawrence, Sancho, Avery John; Edwards, Birchall, Theobald (Whitley, m.67), Yorke, Samuel (Glen, m.53); y Stern John.

SUECIA: Shaaban; Alexandersson, Lucic, Mellberg, Edman; Willhelmson (Jonson, m.78), Linderoth (Kallstrom, m.78), Anders Svensson (Allback, m.62), Ljungberg; Ibrahimovic y Larsson.

ARBITRO: Shamsul Maidin (Singapur). Expulsó por doble amonestación a Avery John (m.46). También enseñó tarjeta amarilla a Yorke (m.74) y Larsson (m.90).

INCIDENCIAS: Partido del grupo B de la Copa del Mundo. La mayor parte de los espectadores eran suecos.

La modestísima selección de Trinidad y Tobago aprovechó su debut en una fase final mundialista para dar la primera gran sorpresa de Alemania 2006 al arrancar un empate ante una Suecia incapaz que jugó con un hombre más durante todo el segundo periodo.

Todo un premio, una gesta para este conjunto trinitense que representa al país más pequeño en la historia de los mundiales cuyas principales glorias deportivas se trasladan a las pistas atléticas gracias a Ato Boldon.

Pueden estar satisfechos y felices el holandés Leo Beenhakker, seleccionador del cuadro caribeño, así como todos los aficionados, porque el trabajo de sus jugadores, muy inferiores a los nórdicos fue encomiable.

Incluso Trinidad y Tobago metió el miedo en el cuerpo al cuadro de Lars Lagerback ante la atónita mirada de un estadio repleto de suecos y bajo una lluvia de polen espectacular dentro del recinto y en los alrededores.

Edwards, en la primera mitad, pero sobre todo Glen, que había saltado al campo en la segunda tras la expulsión por doble amonestación de Avery John, con un disparo que se estrelló en el larguero, pusieron el corazón en un puño a Suecia, incapaz durante todo el partido de hacer un fútbol fluido y por tanto de desarbolar al correoso y luchador conjunto de Beenhakker.

Ibrahimovic, quien antes del partido había conversado cariñosamente con su mentor, con el técnico que le llevó de joven al Ajax, apareció a cuentagotas.

Henrik Larsson y Fredrik Ljungberg se mostraron lo que pudieron con su movilidad, pero el fútbol de Suecia fue lento hasta la desesperación.