No parece que la UP Plasencia vaya a tener un fin de año feliz y menos su presidente Ceferino Cuartos, que tendrá que solventar un presunto amotinamiento del núcleo duro del vestuario ante el que de momento sigue siendo el capitán, el técnico Tomás Ruiz. Según el propio técnico, "han llegado a solicitarle mi cese al presidente".

La gota que colmó el vaso fue el partido ante al Don Benito, donde la UPP cayó derrotada (1-0) y donde Ruiz alineó a cinco juveniles "que dieron la cara y que demostraron querer la camiseta más que otros". Se refiere concretamente a Cuqui, ya que, según Ruiz, su actuación y comportamiento dejó mucho que desear, lo que provocó que en el descanso se produjera una crítica feroz por parte del técnico y le dejara en el banquillo.

Pero ya días antes de estos hechos el coche del Ruiz apareció en el aparcamiento del estadio con las cuatro ruedas pinchadas y rociado con spray rosa.

El presidente Cuartos, por su parte, desmiente a Ruiz: "ningún jugador me ha pedido su cese. Lo que sí me han transmitido es que a veces su comportamiento no les ha parecido del todo correcto. He hablado con él y le he pedido moderación. De momento yo no le he buscado ningún sustituto".

El propio técnico comenta: "tengo que tener un carácter fuerte con el vestuario, porque si no, me comen. Además, no puedo consentir que sea algún jugador, el que menos trabaja, el que arrastre a otros para hacerme la cama". Se considera capacitado para levantar al equipo --que acumula cuatro derrotas consecutivas-- y consecuentemente quiere seguir, "siempre con jugadores comprometidos, somos pocos y los necesito a todos, a los juveniles, a los que se queden y a Vera y Juanmi, que son más que necesarios".

Según algunas fuentes, el club ya podría haber mantenido conversaciones con David Salvo, circunstancia que anoche desmintieron el propio técnico y el presidente, que sin embargo no escondió el malestar que puede tener la plantilla por los impagos: "Han cobrado hasta la mitad de noviembre. Estamos pasando dificultades, como todos".