El entrenador del Barcelona, Tito Vilanova, desveló ayer que Pep Guardiola no le fue a visitar en Nueva York, donde residía, cuando se sometió durante dos meses a tratamientos oncológicos. "El era mi amigo y yo lo necesitaba, pero él creyó que no era necesario", manifestó ayer.

En la primera rueda de prensa de la temporada, Vilanova recordó que durante todo el pasado año eludió referirse a "temas personales", porque considera que "a la gente no le interesan".

Por eso se ha mostrado sorprendido por las declaraciones de Pep Guardiola, quien acusó a la junta directiva de Sandro Rosell de aprovechar la enfermedad de Vilanova en contra del exentrenador azulgrana. "No estuvo acertado, me sorprendió. No creo que nadie haya utilizado mi enfermedad en su contra. Yo estoy encantado con el trato de la junta directiva, nos ha ayudado a mi y a mi familia, se han preocupado por mi", dijo.

Vilanova comentó que se vio con Guardiola en Nueva York en una primera visita que se prolongó durante dos días. "Cuando estuve más de dos meses, no nos vimos y no fue por mi culpa. Yo lo necesitaba, él actuó así, pero creo que tendría que haber sido de otra manera", insistió.

Además el técnico del Barça matizó que si no se vio más con Pep no fue porque él no quisiera. "Quien estaba pasando por un mal momento era yo", recordó. En la misma línea que el presidente del club, Sandro Rosell, Vilanova ha indicado que sólo se debe pensar en el barcelonismo y dejar de lado "otros ismos" y "los egos personales". El técnico del Barça tiene muy claro que con todo lo ocurrido el Barcelona "ahora es más débil" que años anteriores.

ANIMOS Vilanova comentó que cuando aceptó el cargo de entrenador del Barça, quien le animó fue Pep Guardiola. "Nos conocemos hace 28 años, juntos hemos escrito una página imborrable en la historia del Barça. Guardiola es mi amigo", ha insistido.

Considera el técnico del Barcelona que en el entorno del Barcelona "hay demasiado ruido", algo que históricamente ha ocurrido siempre en el club del Camp Nou. "Siempre recuerdo que ha habido ruido en este club. Me gustaría que no hubiera divisiones, porque somos un equipo más débil, más dividido", insistió el entrenador del Barça.