La felicidad de España contrasta con las críticas, muy duras, de todos los medios de comunicación europeos y, por supuesto, de dos de los auténticos gurús del ciclismo internacional como Christian Prudhome (Tour) y Pat McQuaid (UCI). Todos sospechan que la intervención de José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno español, ha resultado decisiva en el cambio de opinión de la Federación Española de Ciclismo que, en principio, se decantaba por un año de sanción.

"Viniendo de España, nada me sorprende pues han demostrado una parcialidad hacia los suyos con independencia de los hechos", dijo ayer McQuaid. "Aún no sé si estamos en el epílogo del caso o si es el enésimo episodio de este culebrón", dice Prudhomme, que añade: "Estamos condenados a esperar a ver qué hacen la UCI y la Agencia Mundial Antidopaje, veremos si recurren".

La prensa francesa, belga, italiana y alemán ironizó ayer con la decisión que deja, de momento, sin sanción a Alberto Contador. Le Parisien asegura que la Española no le ha sancionado porque temía "una querella astronómica por daños y perjuicios del ciclista". La Dernière Heure belga aseguraba que "el italiano Alessandro Colo, sancionado un año por dar positivo por clembuterol, lamentará no haber nacido español". También afirmaba que "en el próximo Tour, todos irán a favor de Andy Schleck, ya verán".

"Gobierno y medios de comunicación se han unido durante los últimos días para defender el honor nacional", indica el diario germano Frankfurter Allgemeine Zeitung .