Sabadell y Estudiantes de Huelva disputarán la final de la Copa de la Reina 2003 de fútbol femenino, el próximo domingo y en el campo del conjunto catalán. El Puebla de Isidro Galiot, rival de las onubenses en la matinal de ayer, no pudo pasar del empate a tres y ese marcador, a pesar de lo aparatoso en materia goleadora, no sirve a las extremeñas, que quedaron apeadas de la competición confirmando el año absolutamente negro que vive el fútbol regional en casi todas sus aristas.
Y es que, ni en el partido de ida en Huelva, ni en el de vuelta ayer en el Municipal Poblanchino merecieron quedar fuera las pacenses. Sin embargo, los resultados se consiguen, no se merecen, y quizás se pagó muy cara la falta de acierto en el partido de la pasada semana donde se llegaron a fallar hasta dos penalties.
Para mayor contrariedad, a los cuatro minutos de comenzar el duelo de ayer en Puebla de la Calzada, dos balones perdidos en defensa, dos remates visitantes y un 0-2 en el marcador como aciago presagio de lo que estaba por venir. Es verdad que reaccionó el cuadro de Galiot. Que encerró a su rival en su campo. Pero también que volvieron a estar absolutamente negadas de cara a la portería contraria salvo en una opción en el minuto 30, cuando Marta hizo el 1-2. De ahí al descanso un poco más de la medicina del quiero y no puedo de las extremeñas y ese marcador que sirvió para el ecuador.
EL MADRUGADOR GOL LOCAL
Apenas se había cumplido el primer minuto de la segunda mitad cuando se produjo el empate a dos. Lo firmó Lourdes y volvieron a renacer las esperanzas. Pero todas se dieron de bruces contra la muralla onubense, la de un equipo enecerrado en su área, y, sobre todo, en una jugada demoledora. A falta de un cuarto de hora para el final del choque, y con el Puebla volcado en área contraria, un contragolpe de Estudiantes puso el 2-3 en el marcador. De poco sirvió que tras el saque de centro llegase el 3-3. El partido estaba avocado a la igualada, la eliminatoria al pase a la final del Estudiantes y el entorno a la decepción.
