CAI ZARAGOZA 97: Ciorciari (4), Lescano (17), Ferrer (7), Hill (12), Walls (13) --cinco inicial-- Oscar González (5), Doblado (3), Sabaté (20), Mesa (2), Esmoris (7), San Miguel (6), Ereña (1).

PLASENCIA GALCO 74: Gianella (9), Lledó (6), Stewart (5), Owens (7), Rubio (14) --cinco inicial-- Sala (12), Robles (7), Palacios (3), Ferrero (4), Kruiswijk (7).

ARBITROS: Jiménez y Munar. Eliminado: Pedro Sala.

MARCADOR POR CUARTOS: 24-15, 45-32 (descanso), 73-48 y 97-74.

INCIDENCIAS: Tercer partido de los cuartos de final de la Liga LEB.

Apabullados. El Plasencia Galco cayó claramente en el tercer partido de su play-off de cuartos de final frente al CAI Zaragoza y los maños toman ventaja en la eliminatoria. Nada está perdido aún y ahora el trabajo de Dani García será recuperar del golpe a sus jugadores, que anoche fueron superados en todos los aspectos del juego por su oponente. Tendrá que ser a marchas forzadas, porque mañana es la siguiente cita. Hay esperanzas: una victoria significaría devolver la serie a Plasencia, donde se jugaría el todo por el todo.

SIN RUMBO No empezó bien el Plasencia y ese mal arranque lo arrastraría ya hasta el final del partido. A los jerteños les costó anotar casi tres minutos (6-2, dos tiros libres de Guillem Rubio) cuando enfrente ya empezaba a intuir que tenía una auténtica máquina de hacer baloncesto.

Matías Lescano anotando y Rocky Walls reboteando. Esa era la fórmula para que el CAI se escapase poco a poco. Su contundente juego (15-5, min. 6) sólo era contestado por el corajudo Rubio. Dani García movía el banquillo pues veía que ni Nicolás Gianella ni Trelonnie Owens tenían su día. Al final del primer cuarto, 24-15 y negras intuiciones para los extremeños.

El panorama mejoró un poco después. Dos triples seguidos de Jorge Juan Lledó apretaron el marcador (34-28, min. 16), pero había poco que hacer. La segunda unidad maña, liderada por un impresionante Sabaté secundado por Esmoris, Doblado y Oscar González, no aflojaba. Un par de aciertos del primero ofrecieron un marcador al descanso que expresaba lo que estaba siendo el choque, aunque tampoco era imposible de remontar (45-32).

El inicio del tercer cuarto iba a decidir muchas cosas. Y lo hizo. La principal es que el Plasencia no iba a ganar el partido. Seguía teniendo un ataque demasiado espeso y no encontraba a sus jugadores importantes. Por si fuera poco, seguía dando muchas facilidades en el juego interior, donde Walls hacía y deshacía acumulando rebotes.

Ese estirón definitivo abrió las puertas de la paliza. Otra canasta fácil de Walls puso los 20 puntos de diferencia (62-32, min. 27) y el Plasencia, aunque con casta, ya lo dio por perdido, empezando a pensar en el cuarto encuentro. Ambos entrenadores rotaron a sus banquillos y la fiesta en la grada fue grande.

La diferencia final es lo de menos teniendo en cuenta que ambos empezarán de cero mañana a las 19.30 horas.