Algo se mueve en el Cacereño, aunque muchos piensen que no es así. El club empieza a aclarar las numerosas cuestiones que tiene encima de la mesa. Una de ellas es el contrato en vigor de Pablo Vargas. Ha sido el propio portero andaluz el que ha ofrecido renegociar el año de compromiso que le resta, en el que tendría que jugar en Tercera División. La predisposición parece buena por ambas partes.

Sí interesan otros futbolistas, como otro que tiene contrato como Aarón Fernández, con quien el club está en contacto diario, lo mismo que con el capitán, Rubén Palero. Ambos son considerados futbolistas adecuados para intentar el regreso a Segunda División B.

Como eje sobre el que girarán muchas decisiones será saber quién será el entrenador. De momento, no hay un pronunciamiento ni público ni privado de los responsables del CPC sobre esta cuestión.

Ni siquiera está descartado Angel Marcos, el técnico con el que se acaba de sufrir el descenso. Hoy se reunirá con Antonio Martínez Doblas, el propietario del club, para hablar del futuro. Se le podría ofrecer un puesto en la estructura organizativa o, al contrario, que se desvinculase por primera vez desde que Doblas se hizo cargo de la entidad en el 2008. "Ya ha tenido unos días de descanso después de todo lo que ha pasado y quiero escucharle", dijo ayer a este diario el empresario segedano. Sus ideas optimistas parecen inalterables, pese a los difíciles momentos que se han vivido en las últimas semanas: "Queremos hacer una plantilla fuerte para estar arriba y volver lo antes posible donde nos corresponde".