Tres partidos, igual registro: una victoria, dos derrotas. Y sensaciones muy paralelas: buen juego, capacidad para marcar, pero momentos malos que al menos han privado a ambos de tres puntos en este inicio liguero.

Cacereño y Arroyo, únicos representantes extremeños en Segunda B, van en sintonía. Parecen haberse puesto de acuerdo en sus alegrías y sus desdichas, con sus propias connotaciones. La serie es derrota-victoria-derrota. Los dos técnicos han lamentado tras los traspiés, también este fin de semana, errores puntuales que han costado un disgusto.

Para no ir muy lejos, lo ocurrido el sábado: el Cacereño se adelantó ante el Palo y generó varias ocasiones de gol. Después llegó la remontada andaluza, como ocurriera en el debut liguero. Se fundieron los plomos de nuevo, y se pagó caro. El técnico, Angel Marcos, diría después que no entendía el cambio tan radical operado en su equipo y se acordó del duelo ante el Algeciras.

Lo del Arroyo tuvo tintes más trágicos. Se puso por delante con un espectacular 0-3 ante el Granada B, pero terminó siendo remontado. Y todo se inició en la celebración del tercer tanto, obra de Ruano, hasta entonces el mejor del partido. El árbitro expulsó al de Usagre presuntamente por haberse quitado la camiseta en la celebración, pero el centrocampista lo niega y matiza que solamente se la subió para ponerse parte de ella en la cara. Tenga o no razón el futbolista extremeño, a partir de ahí llegó la hecatombe. A Marrero no le gustó lo ocurrido, en tanto que el jugador dice estar "avergonzado" por lo sucedido.

La situación no es ni mucho menos trágica en la tabla clasificatoria, pero hay preocupación en los dos clubs. Errores puntuales que cuestan partidos. En el caso del Cacereño lo que realmente ocupa el centro del debate es el terreno de juego de El Cuartillo. Muchos aficionados volvieron a coincidir el pasado sábado que el campo coharta, y mucho, el juego del equipo, que tiene futbolistas de calidad técnica contratastada (Raúl Medina, Gaspar, Pizarraya, Aaron, Toni) que mostrarían mejor en un césped. De hecho, el único triunfo que tiene el CPC ha sido conseguido fuera de Cáceres, en Ecija (segunda jornada, 0-1).

En el Arroyo todo gira en torno a las bajas de futbolistas claves en vanguardia, aunque el excelente rendimiento del último fichaje, el joven Juanfran (tres goles en los dos últimos encuentros) parece haber contrarrestado las dudas con las ausencias de Espinar e Iban Espadas.

Marrero tendrá dos preocupaciones más: cómo suplir a Ruano, hasta ahora capital en el centro del campo, y Bayón, también goleador en Granada, que tuvo que retirarse por un pinchazo antes de tiempo.

El tiempo dirá si continúan las vidas paralelas en los dos extremeños, pero de momento ambos comparten trayectoria, en lo negativo y en lo positivo, pero con horizonte esperanzador.