VILLARREAL: Viera, Kromkamp, Gonzalo Rodríguez, Peña, Arruabarrena, Sorín (Héctor Font, min. 36), Sena, Josico, Riquelme, José Mari (Guayre, min. 59) y Forlán (Roger García, min. 83).

LILLE: Sylva, Chalmé, Tavlaridis, Vitakic, Tafforeau, Dumont, Makoun, Lichtsteiner (Moussilou, min. 70), Bodmer, Dernis (Acimovic, min. 60) y Odemwingie (Mirallas, min. 74).

GOL: Min. 67. Guayre.

ARBITRO: Valentin Ivanov (Rusia). Mostró cartulina amarilla a los locales Riquelme y Josico. Partido de la última jornada de la primera fase de la Liga de Campeones en el grupo D.

El Villarreal vivió una noche histórica al imponerse al Lille y acceder como primero de grupo a octavos de final de la Liga de Campeones en un partido en el que a los locales les bastó mostrar su solidez defensiva ante un equipo francés, bien asentado pero sin mordiente ofensiva, para cumplir su sueño.

Con los deberes prácticamente hechos, a falta de la reválida, al equipo castellonense le bastaba el empate para pasar a la siguiente ronda pero quería ganar y entrar a lo grande en octavos. El Villarreal tenía problemas para sacar el balón por la presión de los franceses y su juego, demasiado concentrado en el centro del campo y demasiado horizontal, echaba de menos el juego por las bandas y la inspiración y organización de Juan Román Riquelme.

El Lille insistía, robaba balones y buscaba la contra. Sus jugadores llegaban al área y trataban de ver puerta desde cualquier posición y disparaban sin pensarlo en busca del gol que les diera su clasificación pero no estaban acertados.

Mientras, el Villarreal, que vio cómo Juan Pablo Sorín se retiraba lesionado a nueve minutos para el descanso, -le sustituyó Héctor Font- estaba lejos de mostrar su buen fútbol y con muchas pérdidas de balón y apenas prodigado en ataque, veía como lo mejor era el resultado.

MAYOR AMBICION La reanudación mostró un encuentro más activo e intenso. El balón iba de un área a otra sin apenas descanso aunque ninguno de los dos equipos encontraba el camino del gol. José Mari no pudo rematar un buen centro de Forlán y, en el córner posterior, Josico peinó y el balón muerto no encontró rematador. Instantes después Sena mandó desviado un pase del delantero andaluz.

Pero el Lille era el que controlaba el partido, sólo le faltaba el gol. El equipo de Claude Paul estaba bien asentado en el terreno de juego tanto en defensa como en el centro del campo aunque dejaba patente sus carencias ofensivas cada vez que se acercaba al área defendida por Viera.

Cuando parecía que las cosas estaban más complicadas para el equipo local, Héctor Font metió un centro medido para Guayre, que había sustituido a Jose Mari, y el canario ganó la espalda de la defensa, dejó sentado al meta francés y anotó el tanto que llevó el delirio a la grada.

El gol animó a los locales, que comenzaron a llegar con más peligro, pero también al Lille. Primero Mirallas, que obligó a lucirse a Viera y luego Tafforeau, de remate de cabeza, buscaron el empate antes de la fiesta final.