Real Mallorca 3: Moyá; Molinero, David Navarro, Nunes, Fernando Navarro; Varela, Basinas, Ibagaza, Arango (Tuni, min. 88; Webó (Castro, min. 90) y Güiza (Trejo, min. 67).

Real Zaragoza 2: César, Zapater, Ayala, Sergio, Juanfran; Sergio García, Celades (Oscar, min. 78), Gabi, Aimar; Diego Milito y Oliveira.

Goles: 1-0, min. 14: Güiza; 1-1, min. 55: Oliveira; 2-1, min. 66: Webó; 3-1, min. 91: Castro; 3-2, min. 93: Oliveira.

Arbitro: Iturralde González. Amonestó a Webó, Nunes, del Mallorca; a Sergio García, Celades del Zaragoza.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo octava jornada de la Liga disputado en el Ono Estadi ante unos 17.000 espectadores. Unos quinientos aficionados aragoneses desplegaron una pancarta con la leyenda "Zaragoza no se rinde".

El Mallorca apuró hasta el final sus opciones de disputar la Copa de la UEFA (lo impidió la victoria del Racing ante el Osasuna), y lo hizo a costa de un Zaragoza que vuelve a Segunda cinco después tras caer 3-2 en el Ono Estadi, en una tarde de tragedia y drama para los aragoneses.

Los dos goles del brasileño Ricardo Oliveira no fueron suficientes para impedir el hundimiento de un Zaragoza que luchó hasta el final, pero que se encontró con un rival muy motivado, que acarició el sueño europeo hasta los instantes finales del partido.

Al final, ni Mallorca ni Zaragoza vieron colmadas sus expectativas. Pese a que el conjunto balear sumó ayer su sexta victoria consecutiva en la Liga, se ha quedado a las puertas de la UEFA, y en las filas aragonesas, el desánimo cundió cuando el árbitro Eduardo Iturralde González señaló el final del partido.

El gol de Daniel Güiza (min. 14), con la colaboración involuntaria de Sergio Fernández, supuso un punto de inflexión en el partido, que hasta ese momento disputaban dos equipos más preocupados por hacer las cosas bien, no fallar, que de buscar con determinación la portería rival.

Cuando el Mallorca más apretaba para ampliar el marcador, Oliveira (min. 55) cabeceó con maestría para empatar el partido (1-1), resultado que cambió todo el panorama. Pero eso duró diez minutos, cuando Webó (min. 65), también de cabeza, volvía a situar a su equipo por delante.

Con el partido totalmente roto, en los instantes finales marcaron el uruguayo Gonzalo Castro, que había sustituido a Webó, y de nuevo Oliveira. Los otros resultados condenaban a ambos.