Las políticas de redistribución en España se encuentran a la cola de los países europeos, según puso ayer de manifiesto el presidente de la Airef (oficina de control presupuestario del Gobierno), José Luis Escrivá, que destacó que el crecimiento del nivel de renta ha ido acompañado de una creciente desigualdad en su distribución en España y en Europa.

Lo ha hecho particularmente en España, que estaba en niveles similares a la relación que existe en otros países europeos en los años 90 y hasta antes de la crisis, pero que ha aumentado su nivel de desigualdad por encima del promedio de los países europeos en los últimos 15 años.

Escrivá destacó que desde el 2006 las rentas más altas han registrado un incremento de ingresos reales, mientras que en las rentas bajas es donde se ha producido un cambio radical a la baja. Sin embargo, por lo que se refiere al efecto redistributivo de las políticas públicas, «España es el país en que se corrige menos el problema de la redistribución», comentó.

La Airef plantea que se diseñen políticas presupuestarias que contribuyan a una mejor redistribución de la renta. Y propone actuaciones en el mercado laboral, en la sanidad, las pensiones, la fiscalidad y el gasto en infraestructuras. En este sentido destacó debilidades estructurales en las que habría que intervenir, como son la renta mínima -en España existe gran disparidad entre los distintos programas de garantía de ingresos de las CCAA con disparidad en cobertura-, el salario mínimo interprofesional y la política de becas, «que no funciona por la inercia de años de la propia Administración».

La Airef defiende que los ayuntamientos ganen competencias en las áreas que generan más gasto para «aliviar» así las cuentas de la Administración central y de las autonomías, a las que cree que moralmente no se les puede exigir más si no se mejora su financiación. «Es central mejorar el sistema de financiación autonómica».