La Comisión Nacional de Energía se ha visto forzada a dejar desierta una subasta con la que pretendía colocar en el mercado financiero derechos de cobro por valor de 1.500 millones de euros a cargo de la tarifa eléctrica. Pese a que 25 bancos se interesaron por la emisión de estos títulos, semejantes a los de deuda pública, solo dos presentaron una oferta. Y con unos intereses tan altos (el euríbor más una prima elevada) que el organismo que preside Maite Costa decidió aplazarla hasta marzo.

El problema de fondo es que el precio regulado de la electricidad no recoge todos los costes que las compañías soportan para prestar el servicio. Es el llamado déficit de tarifa, cuyo cobro se venía reconociendo a las eléctricas a final de cada ejercicio y que se paga a través de un sobrecoste en la propia tarifa a lo largo de un plazo máximo de 15 años.

CAMBIOS EN SUSPENSO El Gobierno cambió este sistema a finales del año pasado. Hasta entonces, las compañías vendían los derechos de cobro a las entidades financieras, que les adelantaban el dinero a cambio de un interés. El Ministerio de Industria decidió hacer una estimación trimestral del déficit que se iba a generar y acudir a los mercados financieros a través de la CNE. La idea es negociar directamente para lograr mejores condiciones y menores recargos en la tarifa. Los distintos desfases acumulados desde el 2000 suman ya más de 10.000 millones de euros. El 4% de la factura de la luz va a pagar este capital y sus intereses.

El desarrollo normativo de la ley retrasó el proceso hasta otoño. El supervisor realizó tres sesiones informativas con entidades españolas e internacionales a finales de octubre y comienzos de noviembre. "Estamos razonablemente satisfechos", se apuntó entonces desde la Comisión sobre la acogida de la subasta. Una semana después, la operación quedo suspendida. El organismo regulador prevé sondear a la banca y presentar una propuesta al ministerio.

Los técnicos de la CNE reconocían días antes que el momento elegido por Industria para la subasta "no era el mejor" por la crisis de liquidez de la banca. Pero confiaban en que los inversores apostarían por un activo de "riesgo limitado" en momentos de incertidumbre económica.

DESCONFIANZA LEGAL El consejo de la CNE achacó el fracaso a la "falta de liquidez y desconfianza generalizada" provocada por la crisis de las hipotecas basura estadounidenses.

Fuentes financieras apuntan, sin embargo, en otra dirección. Los bancos, aseguran, han superado la falta de liquidez del mercado. De hecho, se podían presentar ofertas para financiar de 25 millones en adelante. Y los derechos se podían titulizar y revender a otras entidades. El problema, a su juicio, era el sistema de cobro: cuotas a concretar cada año por la Administración, en lugar de cantidades fijas.

Para las eléctricas, lo que ha disuadido a la banca son las "incertidumbres regulatorias" en el sector. La garantía de cobro de los derechos, dicen, es la regulación eléctrica, "en permanente cuestionamiento y revisión".