Se ve la luz al final del túnel, sí. Pero antes de llegar, quedan muchos obstáculos. El Banco Central Europeo (BCE), en su boletín mensual de junio, publicado ayer, advierte de que, aunque las caídas del PIB pueden haber tocado fondo en el primer trimestre del 2009, existen "efectos adversos retardados, como la continuación del deterioro de los mercados de trabajo, que posiblemente se materialicen durante los próximos meses".

El BCE, al igual que la mayoría de los organismos internacionales, entiende que las mayores caídas de la economía mundial y la europea (quizás también de la española, según los diferentes servicios de estudio) se han concentrado en el último trimestre del 2008 y el primero del 2009. Todo hace pensar que, a partir de ahora, las caídas del producto interior bruto (PIB) empezarán a ser algo más suaves. "Tras un primer trimestre extraordinariamente débil, se espera que la actividad económica se contraiga durante el resto del año, aunque a tasas mucho menos negativas", pronostica el BCE. "Tras una fase de estabilización, se prevén tasas de crecimiento intertrimestral positivas hacia mediados del 2010".

Sin embargo, las crisis económicas, siempre tienen "efectos adversos retardados" sobre el mercado de trabajo, recuerda el BCE. "Es de esperar que se produzcan nuevos incrementos graduales en la tasa de paro de la zona euro durante los próximos meses", añade.

CRECE EL DESEMPLEO En la última parte del 2008 y comienzos del 2009, la tasa de paro en la zona euro ha pasado del 7,7% de la población activa, al 9,2%, en abril. El deterioro ha sido especialmente intenso en España, Irlanda y Eslovaquia. En España, se ha pasado del 12,4% al 18,1%, según datos de Eurostat. Del total del aumento del desempleo en la zona euro en este periodo (2.025.000 parados más) el 60% se ha concentrado en España.

En su análisis, el BCE advierte también del riesgo de un deterioro mayor a partir del momento en que finalicen "los programas de empleo de corta duración" puestos en marcha por los países (entre ellos, España).

En todo ciclo recesivo --dice el BCE-- el primer empleo que sufre es el temporal y, por ende, el de la construcción. Después, la industria, donde en un primer momento los empresarios habrían optado por "esperar a ver qué pasa" y "atesorar" empleos. Es esta segunda fase la que, según el BCE, no ha tocado suelo aún.

"La situación actual puede considerarse como un catalizador para acelerar la aplicación de las reformas nacionales necesarias, en particular, de los mercados de trabajo", dice el BCE.

OPTIMISMO Aún no es oficial, pero la noticia es una importante inyección de optimismo. Según un informe divulgado por medios de comunicación en EEUU, el Fondo Monetario Internacional ha revisado sus previsiones sobre la economía mundial para el 2010 y, esta vez, no ha sido a la baja. El FMI ha elevado su previsión para el 2010 desde el 1,9%, de marzo, al 2,4%.