El presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, se ha manifestado en contra de una reducción "drástica" a corto plazo del déficit en Estados Unidos, porque la economía no ha superado aún la crisis inmobiliaria y persiste el alto desempleo.

La economía estadounidense está "lejos" todavía de dejar atrás sus dificultades, ha dicho Bernanke ante la Cámara de Comercio de Dallas (Texas) distribuido por la Fed en Washington.

Los mayores frenos para el crecimiento son el sector inmobiliario, que ha sido el origen de la crisis y que aún no se ha recuperado, y el desempleo, puesto que el nivel de contrataciones es todavía muy bajo.

"NI PRÁCTICO NI ACONSEJABLE"

El mensaje de Bernanke no ha sido enteramente aciago, pues también ha dicho que si las condiciones económicas mejoran, como él espera, se debería ver "un aumento del optimismo entre los consumidores y una mayor disposición por parte de los bancos" para prestar, lo que a su vez ayudará "a la recuperación".

Por ahora, sin embargo, la economía crece "bastante por debajo de su potencial" y por ello una reducción "drástica" a corto plazo del déficit fiscal no "ni práctico ni aconsejable", ha insistido.

CRÍTICAS DE LOS REPUBLICANOS

El Gobierno estadounidense prevé que el déficit llegue a 1,19 billones de euros este año fiscal, una cifra récord en términos absolutos que equivale al 10,6% del Producto Interior Bruto (PIB) del país.

Los líderes republicanos del Congreso critican al Gobierno por el elevado déficit, y consideran que el plan de estímulo del presidente Obama ha sido un despilfarro de dinero.