La cumbre del grupo de los ocho grandes países (G-8), que comenzará mañana en L´Aquila (Italia), debe priorizar la lucha contra el cambio climático y la lucha contra el desempleo, señaló ayer el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. El G-8 está formado por EEUU, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, Canadá y Rusia, y en sus reuniones participa también la Unión Europea (UE).

"Aún no estamos fuera de la crisis, aún seguimos dentro de la recesión y no sabemos con certeza cuándo comenzará la recuperación", destacó Barroso en una conferencia de prensa. Por ello, las grandes potencias no deben bajar la guardia en la lucha contra el paro, insistió Barroso. "Hay que hacer más esfuerzos para combatir el desempleo", añadió, tras indicar que la UE intentará convencer a las demás potencias de amortiguar el impacto social de la crisis.

SUPERVISION FINANCIERA Barroso destacó que la cumbre del G-8 debe servir también para dar un impulso al proceso de reforma del sistema financiero internacional y verificar los avances logrados en la aplicación de las nuevas regulaciones acordadas previamente en las cumbres del G-20 de Washington y Londres.

La UE presionará asimismo durante la reunión a Estados Unidos, Japón, Canadá y Rusia para que acepten el objetivo de lograr que la temperatura del planeta no suba más de 2 grados respecto a sus niveles preindustriales para evitar que el cambio climático adquiera unas proporciones catastróficas.

Barroso reiteró que el objetivo europeo es lograr un compromiso mundial para reducir como mínimo a la mitad las emisiones de gases responsables del calentamiento del planeta en el año 2050, a pesar de la actual recesión. "Esto significa que los países desarrollados deberán recortar sus emisiones de gases en al menos el 80% durante el mismo periodo", precisó.

POCO TIEMPO La cumbre del G- 8 en L´Aquila, según la UE, debería servir para dar un impulso a las negociaciones del acuerdo mundial sobre el cambio climático, que debe sustituir al Protocolo de Kioto y que debería concluirse en la cumbre de Copenhague en diciembre. "Queda muy poco tiempo y aún hay muchos problemas complejos por resolver", advirtió Barroso. París y Londres mostraron ayer una sintonía "sin precedentes" a la hora de coordinar su estrategia para superar la crisis. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro británico, Gordon Brown, propondrán fijar un calendario para sancionar a los paraísos fiscales a partir de marzo del 2010.