El presidente de Caja Duero, Julio Fermoso, anunció ayer que la entidad de ahorro potenciará su expansión en la provincia de Badajoz, tras consolidar su red en Cáceres. Respecto al impuesto extremeño sobre los depósitos, dijo que le parece "muy bien, porque no es un pago adicional para las cajas, sino un modo de incentivar el desarrollo".

Fermoso, que se reunió en Mérida con Juan Carlos Rodríguez Ibarra, explicó que "la única diferencia" es que ahora se ve "qué nos correspondería pagar de impuesto y lo que hemos destinado a obra social; si no llegamos, pagamos, y si nos pasamos, da igual". Según señaló, tras reconocer que para los bancos "quizá sea distinto", en el 2003 "nos salió una diferencia pequeña, que también estamos viendo cómo transformar con cargo a otras actuaciones".

Respecto a este ejercicio, explicó que uno de los motivos del encuentro con Ibarra era precisamente "ver el modo de compaginar el interés de la caja por centrar su obra social donde sea más interesante para sus clientes con las propuestas de la Junta en orden a favorecer el desarrollo regional".

En cuanto al plan de futuro, Fermoso explicó que ya cuentan con una importante presencia en Extremadura, centrada, sobre todo, en el norte de Cáceres "que nos convierte, de hecho, en la tercera caja de la región". Para los próximos años, adelantó que Caja Duero intensificará su presencia extremeña, repitiendo el esquema ya desarrollado para Cáceres en la provincia de Badajoz, "pero sin llegar a las 130 oficinas que hemos abierto en la provincia cacereña". Las nuevas sucursales se implantarán en núcleos rurales.