Era una anunciada cuestión de tiempo. Así que, finalmente, China se ha convertido en la primera potencia exportadora mundial por delante de Alemania. El gran dragón asiático alcanza ese honor en los primeros 11 meses del 2009 gracias a un mejor desempeño en la actual coyuntura de reactivación económica. Alemania facturó 734.600 millones de euros (1,05 billones de dólares) en los 11 primeros meses del 2009, por debajo de los 1,07 billones de dólares facturados por China. La primera economía europea sigue siendo sin embargo el líder del comercio exterior per cápita con sus 82 millones de habitantes, frente a 1.340 millones de chinos, según cifras difundidas ayer por la Oficina Federal de Estadística alemana.

De todos modos, las dos potencias juegan en categorías diferentes. China, impulsada por el elevado cambio del yen respecto al resto de divisas asiáticas, se ha convertido en el taller del mundo que da impulso a una industria exportadora con escasos márgenes de ganancia. El made in Germany incorpora un valor agregado, identificado en sectores como la electrónica, la máquina-herramienta, la automoción o los productos químicos, fabricados por pequeñas estructuras muy especializadas o por gigantes nacionales como Siemens o Volkswagen.

CLIENTE IMPORTANTE China es también un país importador, circunstancia que ha aprovechado Alemania para vender en aquel mercado, como consecuencia del crecimiento de las inversiones en Asia y de la demanda china. Sin embargo, China no es todavía el primer cliente, ya que la mayor parte de las exportaciones alemanas (63%) están destinadas a sus socios europeos.

Pese a que Alemania haya perdido el título de primer exportador, el buen desempeño del comercio exterior es uno de los raros motivos de optimismo para su economía. En noviembre, las exportaciones registraron un ligero progreso, del 1,6% respecto al mismo mes del 2008, indicó el instituto alemán de estadística.

El viceministro chino de Comercio, Zhong Shan, había estimado a fines de diciembre que China iba "probablemente a suplantar a Alemania" para convertirse en el primer exportador mundial en el conjunto del 2009, a pesar de una desaceleración de sus ventas al exterior.

Además, en el 2009 ha desbancado a EEUU como primer mercado automovilístico del mundo con unas ventas de más de 13,5 millones de unidades, mientras que en EEUU las matriculaciones cayeron a su nivel más bajo en 27 años, con 10,4 millones de unidades. El volumen de ventas de vehículos es muy superior a los 10 millones previstos por la Administración del país.