Si la importancia de una reivindicación se midiera exclusivamente por la cantidad de empresarios y representantes de la sociedad civil que logra movilizar, sin duda la del Corredor Mediterráneo ocuparía uno de los lugares más destacados.

La Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) consiguió reunir ayer, de nuevo, a más de 1.500 asistentes para presentar el chequeo que realiza semestralmente al estado de ejecución de esta infraestructura, en un acto multitudinario que se celebró en la Institución Ferial Alicantina (IFA), en Elche. Un evento en el que el presidente de AVE, Vicente Boluda, dejó claro que, a pesar de los avances, la construcción del corredor ferroviario va «muy lenta» por lo que no pueden «estar satisfechos» con la situación.

Un lamento que, eso sí, en esta ocasión solo pudo transmitir al secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura, ya que, frente a lo que venía siendo habitual, en esta ocasión el ministro de Fomento, un cargo que actualmente ocupa José Luis Ábalos, se descolgó a última hora, a pesar de lo concurrido y la categoría del auditorio, en el que había varios presidentes autonómicos.

Además del presidente valenciano Ximo Puig, que llegó tarde, y el murciano Fernando López Miras, estaban el máximo responsable de la CEOE, Antonio Garamendi, los presidentes de Foment del Treball, Josep Sánchez Lllibre; y del Cercle d’Economia, Javier Faus; además de los de las patronales autonómicas de la Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares, además de Juan Roig (Mercadona), José Ignacio Goirigolzarri (Bankia), Clemente González (Alibérico), Simón Pedro Barceló (Grupo Barceló), o Javier Moll (Prensa Ibérica y Grupo Zeta).

FECHA ASUMIDA / Eso sí, los empresarios lograron al menos que Saura asumiera la fecha del 2025 como tope para tener toda la infraestructura operativa, desde Algeciras hasta la frontera francesa. «Trabajamos con ese objetivo», aseguró, sin llegar a poner la fecha en su boca, antes de anticipar que prevén una inversión de 4.000 millones de euros esta legislatura, claro está, si se logra formar Gobierno.

LENTITUD / Minutos antes de empezar el acto, Boluda valoró los «pasos importantes» que se están dado en la construcción del Corredor Mediterráneo, pero aún así expresó el malestar de los empresarios por la lentitud de los avances y, sobre todo, por el tiempo perdido para avanzar en el proyecto, lo que provoca perjuicios para la economía de la zona.

Así, lamentó que la conexión ferroviaria de alta velocidad y ancho internacional entre València y Alicante no vaya a estar operativa, como mínimo, hasta 2022 -cuando está previsto que finalicen las obras del nudo de La Encina, que se adjudicaron este verano-, «cuando podrían haber estado en 2017 o 2018», lo que calificó como «la peor noticia para la comunidad».

Entre otras cosas porque, según recordó, la inexistencia de esta infraestructura supone un lastre para las exportaciones de toda la zona, ya que encarece hasta un 20% los costes de transporte de las empresas, al tener que realizarse los envíos necesariamente por carretera. Ya durante el acto en sí, el presidente de la Fundación Pro AVE, Federico Félix, concretó más y, a modo de ejemplo, señaló que este sobrecoste supone entre 70 y 80 céntimos por arroba de naranjas que se envía a Europa.