El déficit norteamericano aumentó en enero hasta la cifra récord de 43.100 millones dólares (35.040 millones euros o 5,8 billones de pesetas) como consecuencia de que descendieron las exportaciones de carnes, bienes de consumo y de componentes de automóviles. Mientras, los precios de las importaciones de petróleo aumentaron hasta su nivel máximo desde la guerra contra Irak.

Aunque las importaciones también descendieron un 0,5%, las ventas externas lo hicieron en un 1,2%, la mayor caída desde agosto pasado, según los datos del Departamento de Comercio. El deterioro de la balanza comercial se ha producido precisamente en el mes en el que el cambio del dólar alcanzó su nivel más bajo del último año.

Para algunos analistas, cabe pensar que la fortaleza de la demanda estadounidense --que ha permitido un crecimiento del 4,5% de esa economía en el último trimestre, frente a menos del 1% en Europa-- diluye el efecto de la depreciación de la divisa. "Europa debería crecer a un ritmo similar al de Estados Unidos para permitir que las exportaciones de ese país aumentaran más que las importaciones", comentó Rosa Dulce, economista del Deutsche Bank.

Algunos analistas estadounidenses consideran que esa recuperación está cerca. "No es el momento de arrojar la toalla. Todos los indicadores apuntan a que el crecimiento exterior será fuerte, y eso tirará de las exportaciones en próximos meses", comentó Jay Bryson, economista de Wachovia Securities.

Aunque no todos los expertos entiende que esa recuperación es tan cercana. El prestigioso instituto económico alemán DIW señaló ayer que aún no se aprecian signos claros de recuperación en la primera economía europea. Ese comentario provocó que el euro perdiera posiciones con respecto al dólar. También lo hizo la libra. La única divisa que se mantuvo firme fue el yen. Los expertos atribuyeron este hecho a una cierta relajación del Banco de Japón a la hora de intervenir en el mercado para frenar su moneda.

DIVISA RESISTENTE La cotización de la divisa estadounidense mostró además capacidad de resistencia después de conocerse los datos del Departamento de Comercio, pese a que el déficit por cuenta corriente no es una buena noticia para la economía. "Los mercados ya dan el déficit por descontado. Ahora lo que realmente les preocupa es si esa situación puede provocar incrementos de precios que inicien una escalada inflacionista", comentó Dulce.

De hecho, si la Reserva Federal (Fed) estadounidense tuviera que subir los tipos de interés por esa razón sería, previsiblemente, una mala noticia para las bolsas mundiales. Ayer los parquets , sin embargo, se mantuvieron relativamente calmados.