El Gobierno de Estados Unidos y un amplio grupo que incluye a los mayores bancos de Wall Street, inversores en hipotecas, grupos de consumidores y asociaciones sin ánimo de lucro están ultimando un plan para frenar la oleada de ejecuciones inmobiliarias desencadenada por la crisis de las hipotecas basura subprime. Según los detalles del plan filtrados por la prensa estadounidense, los propietarios de casas podrían lograr un congelamiento de las cuotas de sus hipotecas y rápidas renegociaciones de las condiciones de sus préstamos.

Según declaró a la cadena ABC el secretario del Tesoro, Henry Paulson, "no se trata de un subsidio gubernamental, sino de algo que la industria hará cuando tenga sentido". El plan establecerá parámetros a las empresas que prestan dinero para los propietarios cuyo perfil cumpla los requisitos. El programa, según Paulson, será voluntario y solo podrán acceder a él algunos propietarios.

La crisis arrancó después de que entre el 2005 y el 2006 este tipo de hipotecas a interés variable y para personas con historiales de crédito malos o inexistentes se popularizaran en EEUU al amparo del crecimiento imparable de la burbuja inmobiliaria. Pero cuando los intereses subieron, la crisis estalló. A finales de este año se espera que 500.000 personas pierdan sus casas por no poder pagar sus letras.

INFIDELIDAD ESPAÑOLA El Banco de España ha constatado que los españoles ya no concentran todas sus operaciones en una sola entidad. El 85% de los ciudadanos operaba con un solo banco o caja en 1984, mientras que el año pasado esa tasa se había reducido hasta el 77%.