Eslovaquia se ha fijado como objetivo incorporarse a la zona euro el 1 de enero del 2009. La Comisión Europea prevé que el país haya corregido plenamente su situación de déficit público excesivo en el 2007, pero advierte que deben vigilarse las presiones inflacionistas.

Dinamarca planea realizar un nuevo referendo durante el 2008 para integrar al país en la unión monetaria, según ha anunciado el primer ministro, Anders Fogh Rasmussen, que con ese gesto aspira a colocarse en buena posición para la batalla política para convertirse en el primer presidente estable de la UE en enero del 2009. Un respaldo danés a la integración en el euro intensificaría las presiones económicas sobre Suecia para que adapte el euro.

Estonia, Letonia y Lituania aspiran a integrarse en la unión monetaria alrededor del 2011 pese a su inflación. Hungría, Polonia y la República Checa no se han fijado fecha, aunque confían en poder acceder entre el 2010 y el 2014. El Gobierno búlgaro también aspira a un proceso acelerado de incorporación al euro, pero su inflación está desbocada.