Es saludable que un Gobierno aupado por una fuerte comunión de sensibilidades progresistas sitúe las prestaciones sociales en niveles adecuados y las administre como una prioridad.

Es una satisfacción, con todo, que no debiera nublarnos el horizonte. Nuestro viaje es de ida cuando nuestros vecinos europeos vuelven. Atacada por la sacrosanta globalización, Alemania reduce prestaciones de paro, quiere reducir las vacaciones y pierde empresas. Y ellos eran el espejo para mirarse.

*Periodista.