El Gobierno de China se comprometió ayer a adoptar gradualmente una mayor flexibilidad cambiaria en una declaración emitida en el marco de las consultas multilaterales realizadas en el Fondo Monetario Internacional (FMI), en Washington. La declaración es parte del primer informe sobre el avance de esas conversaciones, presentado al Comité Monetario y Financiero Internacional (IMFC). En los últimos meses, el personal del Fondo se ha reunido por separado con las autoridades chinas, estadounidenses, europeas, japonesas y saudís, en un intento de resolver los desequilibrios mundiales en la balanza exterior.