Recaudar más para repartir el coste de la crisis entre toda la sociedad. ¿Cómo? Además de con un plan de ajuste fiscal draconiano, con una política tributaria que pretende hacer aflorar el fraude fiscal para mejorar la recaudación de las arcas públicas.

De ahí que los responsables del fisco griego hayan puesto en marcha un conjunto de actuaciones en colectivos que se han considerado como posibles defraudadores. Artistas, futbolistas, abogados, dueños de discotecas, médicos, notarios... son el objetivo de los planes de investigación iniciados por la Administración socialista que preside Giorgos Papandreu. Yannis Kapéléris, secretario general del servicio de control de la hacienda griega, explicó ayer en una radio local que las investigaciones se centran en lo que se ha considerado declaraciones de renta "provocadoras", puesto que contienen importes muy bajos, que no se corresponden con los niveles de vida de sus titulares.

El control del fraude ha afectado incluso al Gobierno. La pasada semana dimitió la secretaria de Estado de Turismo, Angela Guérekou, al revelarse que su marido, una estrella de la canción griega, debía 5,5 millones de euros a Hacienda.