El ministro de Industria, José Montilla, acompañado por el director de la oficina económica del Gobierno, Miguel Sebastián, y del secretario de Estado de Economía, David Vegara --candidato a sustituir a Montilla en Industria-- se entrevistaron el miércoles por la tarde en Bruselas con la comisaria de la Competencia, Neelie Kroes, y con el responsable del Mercado Interior, Charlie McCreevy, para hablar de la opa de E.ON sobre Endesa. Los dos encuentros eran secretos.

A su llegada a Madrid, el portavoz del Ministerio de Industria no quiso hacer ningún comentario sobre las citas de Montilla y Sebastián con Kroes y McCreevy.

Pero el portavoz de Competencia, Jonathan Todd, dijo que la comisaria Kroes y Montilla "hablaron de Endesa". Neelie Kroes escuchó "cuidadosamente" lo que Montilla tenía que decir, según Todd, y "esperamos que él haya escuchado cuidadosamente lo que nosotros le dijimos".

El portavoz de la comisaria recordó que la Comisión Nacional de la Energía solo puede imponer cláusulas a la compra de la eléctrica española por la alemana si son de interés general.

Esgrimir la seguridad del suministro por parte de España como una razón de Estado --uno de los argumentos que estudia la CNE y que usó Alemania en la fusión de E.ON y Ruhrgas-- es difícil de defender, según Todd. La ley europea se refiere a razones de seguridad pública, de "ley y orden". Si España adopta medidas injustificadas, Kroes puede actuar contra España.

NERVIOS Mientras los cargos del Gobierno volvían de Bruselas, en la CNE, que entre el 27 y 28 de julio tiene que emitir su dictamen sobre la oferta de E.ON, se desataba el nerviosismo, tras haber publicado este diario parte del borrador de la ponencia que prepara el consejero Jorge Fabra. El texto recoge unos criterios para E.ON que, de llevarse a cabo, significarían la obligación de vender Ruhrgas, si quiere mantener la opa.