La negociación de un plan de reestructuración en Nissan afrontará hoy una reunión decisiva en la que los sindicatos temen que el director y consejero delegado de la filial española, José Vicente de los Mozos, anuncie nuevas medidas de presión a la plantilla de la fábrica de la Zona Franca, en Barcelona.

Ante el requerimiento de la inspección de la Consejería de Trabajo de la Generalitat de Cataluña para que la compañía haga fijos a 560 trabajadores temporales que han superado el límite de 12 meses consecutivos de contrato, la dirección baraja presentar un expediente de regulación de empleo para despedirlos, según fuentes del comité de empresa.

El encuentro convocado hoy es el primero del proceso de negociación en el que interviene directamente el máximo directivo de la multinacional en España. Hasta ahora, la representación de la empresa estaba encabezada por el responsable de personal. La reunión ha sido convocada después de que la negociación quedara suspendida ante la exigencia del comité de disponer de un plan industrial con las producciones y las plantillas previstas para los próximos años. Sin embargo, la dirección había comunicado la necesidad de aprobar este mes el plan de reducción de costes de un 12% para tener más posibilidades en la adjudicación de la producción de una nueva furgoneta.

Pero los sindicatos quieren solventar antes el problema de los contratos eventuales en situación de fraude. El comité tiene la baza a favor del inspector de Trabajo, que es probable que esta semana realice un requerimiento como paso previo a una sanción. La respuesta de la compañía ha sido esgrimir la posibilidad de presentar un expediente para despedirlos. El argumento es que prevé un descenso de producción que se puede agravar si De los Mozos cumple la amenaza de trasladar a Tailandia la producción de 10.000 unidades del todoterreno Pathfinder.