Los países ricos y contribuyentes netos de la Unión Europea (UE) rechazaron ayer la propuesta de la presidencia luxemburguesa de prorrogar dos años el fondo de cohesión para España a partir del 2007 e insistieron en concentrar las ayudas comunitarias en los nuevos miembros de Europa oriental. La Comisión Europea también expresó sus reservas sobre la propuesta, que intentaba atender la reivindicación del Gobierno español de lograr un proceso más escalonado y generoso en la reducción de sus ayudas comunitarias a partir del 2007.

DIVERGENCIAS La discusión del nuevo marco presupuestario de la UE para el periodo 2007-2013 centró la reunión del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores europeo. Alemania, Francia, Holanda, Suecia, Austria y Gran Bretaña insistieron en congelar el gasto comunitario al nivel actual, en el 1% de la renta de la UE, pese a que la Unión tendrá 27 miembros, tras la incorporación de Bulgaria y Rumanía. La Comisión Europea defendió ampliar el presupuesto hasta el 1,14% de la renta, para que la UE funcione correctamente.

Los países ricos consideraron que la propuesta de Luxemburgo de un recorte general en todas las partidas es "un paso positivo en la correcta dirección, pero no suficiente". "Hay que redefinir las ayudas regionales y el fondo para que se destinen prioritariamente a los nuevos miembros", indicó Suecia

Dinamarca, Holanda, Austria y Alemania también se mostraron contrarias a prorrogar el fondo de cohesión a España, ya que su nivel de renta ha superado el 90% de la media de la UE. Los nuevos miembros del Este se opusieron a la propuesta de la presidencia y consideraron excesivas las ayudas otorgadas a España y otros miembros. Asimismo, denunciaron que esas propuestas les privarán de ayudas esenciales para su desarrollo. España se arriesga a perder más de 43.700 millones de euros entre el 2007 y el 2013.