Como la canción. La bolsa no avanza. Un día va hacia delante y al siguiente da uno o dos pasos hacia atrás. Si un día, como sucedió el pasado martes, se anota una de las mayores subidas en lo que va de año, al siguiente --ayer-- la bolsa se deja en el camino buena parte de lo que ha ganado a lo largo de la sesión anterior.

De todas formas, a diferencia de otros días la bolsa española registró ayer la menor caída de las anotadas en las principales plazas europeas --el 2,61%-- hasta situarse en los 9.376,50 puntos.

Y todos esos datos se contabilizaron después de que Alemania prohibiera, de forma totalmente sorpresiva el martes por la noche y sin habérselo comunicado a sus socios europeos, negociar con posiciones cortas al descubierto --venta de valores que no se poseen-- en deuda europea, seguros contra el impago de deuda (CDS) y acciones financieras.

La nueva regulación de Alemania, que entró en vigor de madrugada y depreció al euro hasta situar la moneda en los 1,219 dólares, el nivel registrado en el mes de abril del 2006, causó mayores pérdidas en otras plazas europeas que en la española.

Todos los valores con mayor capitalización del Ibex bajaron: los títulos del BBVA retrocedieron el 3,8%; los de Iberdrola, el 3,25%; los del Banco Santander, el 2,6%; los de Repsol, el 2,58%; y los de Telefónica se anotaron un retroceso del 1,31%.

La mayor caída del principal indicador de renta variable de la bolsa española correspondió a Abengoa, que cedió el 5,43%, mientras que Ebro Puleva registró el menor descenso, al abaratarse sus títulos apenas el 0,07%.

En lo que respecta al mercado continuo, el mayor descenso correspondió a Compañía General de Inversiones. Las acciones de la compañía se dejaron en el camino el 7,8%. Por contra, la inmobiliaria Realia protagonizó el mayor aumento, ya que registró una revalorización de sus acciones que se situó en el 3,4%.