Las alarmas se volvieron a disparar ayer en los mercados internacionales al batir el barril de petróleo Brent, la calidad de referencia en Europa, un nuevo récord, hasta cotizar a 46,28 dólares. En Nueva York, el crudo se acercó a la cota psicológica de los 50 dólares por barril, el nivel más alto en los 21 años de historia del contrato de futuros de crudo en ese mercado.

La nueva escalada del petróleo se atribuyó ayer a la inestabilidad en Nigeria, quinto productor del cártel exportador formado por la OPEP; las consecuencias de los huracanes en el golfo de México y el consiguiente riesgo para cubrir la creciente demanda mundial de crudo.

Algunos expertos achacan el nuevo despegue de las cotizaciones del petróleo "al aumento de la demanda y a las expectativas de crecimiento de ésta ante las buenas perspectivas de la economía mundial", destaca Juan Iranzo, director del Instituto de Estudios Económicos (IEE). De hecho, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que la demanda mundial crecerá este año en torno a 2,5 millones de barriles de crudo diarios, hasta alcanzar los 82,2 millones. Una buena parte de este incremento lo absorberán China y la India, cuyas demandas crecen a tasas de dos dígitos.

En todo caso, el encarecimiento de la materia prima ha vuelto a traducirse en una subida de los precios de venta al público de los carburantes. El gasóleo de automoción (A) alcanzó ayer en España el nivel récord de 80,50 céntimos (134 pesetas), si bien supera los 82 en Cataluña y los 81 en Asturias, Galicia y la comunidad de Madrid, las tres autonomías que aplican un recargo en los carburantes para financiar la sanidad. El gasóleo, que ha subido casi el 16% en lo que va de año, es el más afectado por las alzas, ya que en esta época empieza a crecer la demanda destinada a calefacción.

La gasolina sin plomo de 95 octanos se situó en un precio de venta medio de 91 céntimos, mientras que en las cuatro comunidades citadas superó los 92 e incluso los 93.