Han sido necesarias decenas de horas de negociaciones, tres días de huelga, más de 700 vuelos cancelados y unos 100.000 viajeros afectados para que, al final, el sindicato de pilotos SEPLA aceptase ayer lo que Iberia le ofrecía desde hacía semanas.

El sindicato decidió desconvocar la huelga a cambio de que la compañía mantenga los empleos de los pilotos. Los ministerios de Trabajo y Fomento tutelarán la aplicación del acuerdo.

Los pilotos aceptaron la propuesta discutida el pasado sábado en la sede del Ministerio de Fomento, la misma que Iberia intentó dar el lunes al jefe sindical del SEPLA, Bernardo Obrador, y que este no quiso recoger.

Iberia se compromete a que la creación de la aerolínea de bajo coste --Catair-- no afectará al empleo de los pilotos de Iberia, y a no realizar ni despidos ni expedientes de regulación hasta el 2010. Iberia no disminuirá los vuelos de largo radio y usará a sus pilotos para hacerlos.

Según un comunicado de la federación de Transportes, Comunicaciones y Mar de UGT, este sindicato "exigirá que cualquier mejora en la situación de los pilotos de la compañía sea extrapolable al resto de los trabajadores de la plantilla".