G ran parte del sector turístico español ha puesto punto final a la campaña de verano antes de acabar la tercera semana de agosto. La extensión de los rebrotes y los mensajes de gobiernos como el alemán que desaconsejan a sus ciudadanos viajar a España han sido la puntilla para uno de los antaño tractores de la economía española.

Fin de temporada y fin del empleo, que en territorios como Baleares ya está a punto de traducirse en una segunda ola de ERTE. Las nuevas suspensiones iniciadas en el sector turístico amenazan con extenderse a otros ámbitos laborales ante el riesgo de nuevos rebrotes, que en territorios como Euskadi ya han obligado a declarar la emergencia sanitaria. En septiembre, Gobierno, patronal y sindicatos volverán a sentarse para negociar una cuarta prórroga de los ERTE del covid-19 (más allá del límite acutal, del 30 de septiembre) que algunas voces ya piden que sea hasta primavera.

Los primeros en dar por cerrada la escasa temporada turística han sido los baleares. El Govern liderado por Francina Armengol ha instado a las empresas hoteleras a que se acojan a expedientes de causa de fuerza mayor, los que garantizan mayores exoneraciones de cotizaciones, y que aduzcan para ello la decisión de la administración Merkel.

La del Ejecutivo balear es una interpretación novedosa de la cláusula por rebrotes incorporada en el último acuerdo de renovación de los incentivos públicos a los ERTE del coronavirus, firmado a finales de junio. Allí se estableció que podrían ser declarados expedientes de regulación de empleo por fuerza mayor aquellos vinculados a cierres o caídas drásticas de la actividad por decisiones administrativas. No se especificó que tipo de administración y el Balear interpreta que aunque sea extranjero (caso de Alemania) cabe aplicar esa cláusula por rebrotes.

El Ministerio de Trabajo no ve mal esta interpretación. «Se valora expediente por expediente. Lo que deben justificar las empresas es si las nuevas medidas y restricciones impiden el desarrollo de la actividad», explican desde Trabajo. Es decir, si un hotel puede acreditar que su actividad depende de que vengan turistas alemanes, podrá acceder a un ERTEe por causa de fuerza mayor y ahorrar el 60% de las cotizaciones sociales hasta el 30 de septiembre.

De momento, la reactivación del empleo congelado en los ERTE iniciada en los últimos compases del estado de alarma se ha alargado hasta las primeras semanas de agosto, antes del cerrojazo alemán. Los sindicatos le temen más a la reapertura de colegios, que preocupa mucho en las centrales. Tanto por los contagios entre los niños, como por las ausencias que puedan causar sus padres para cuidarlos y la conflictividad que ello provoque.

«Hoy nadie duda de que es necesario dar continuidad a los ERTE» por fuerza mayor vinculados a la pandemia más allá de septiembre, aseguró ayer a Efe el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, una cuestión que se abordará en la reunión de la comisión de seguimiento que celebrará en Baleares. Este reclamará «que no se ponga límite en el mes de diciembre». También pedirá que no se rebaje la prestación de desempleo de los afectados del 70 % al 50 % de su base reguladora cuando lleven seis meses en esa situación, como estaba previsto, porque «hay gente que se está quedando atrás». H